INTERVENCIÓN DE LUIS GULMAN CHECA


COLEGIO PROFESIONAL DE ECONOMISTAS DE PIURA

FORO

“PROYECTO ESPECIAL DE IRRIGACIÓN E HIDROENERGÉTICO
EL ALTO PIURA”

Sábado 12 de julio del 2014


Agradezco al Colegio por la invitación y aprovecharé la oportunidad para expresar cómo veo  la situación que viene atravesando  el proceso de ejecución de la primera etapa del Alto Piura: Obra de Captación sobre el río Huancabamba y Túnel de Trasvase. Para ello, creo necesario traer a colación hechos del pasado para entender obstáculos del presente.

El eje  y tarea crítica y fundamental del proyecto era   derivar agua del  piurano río Huancabamba en Tronera, Piura, para, a través de un túnel trasandino de 13.5 Km. entregarla en Mamayacu,  cabecera del  Alto Piura  mejorando el riego en este valle, el que, según opinión de expertos del Banco Mundial, es de los más feraces del mundo.

Gracias a la insistencia del Banco que aportó 2.5 millones de dólares para ejecutar estudios y, contra la opinión de las altas esferas gubernamentales peruanas absolutamente comprometidas con el Proyecto Olmos, finalmente se llevó a cabo el “Estudio de Factibilidad para Mejorar y Regular el Riego en el Valle del Alto Piura” entre los años 1986/88 por el consorcio Tahal- Ascosesa (israelí, peruano) ganador de un prístino concurso  conducido por la Dirección Ejecutiva del PECHP, a inicios de los 80, bajo normas del B. M.

Lo informado es con pleno conocimiento de causa por cuanto, quien habla, en su calidad de Director Ejecutivo del PECHP a partir de agosto de 1986, firmó el contrato con el consorcio en representación del Estado a pesar de haber recibido la víspera un télex de medio metro de largo remitido por el Gerente General del INADE, prohibiéndomelo.

Como en este estudio por primera vez se determinó que era necesario derivar agua del río Huancabamba al Alto Piura, originándose   una caída de 1,200 metros, obviamente apareció el componente hidroenergético, generándose una nueva tarea: estudiar su factibilidad.





Transcurrido el tiempo e instalada la Región Grau con el Dr. Luis Paredes a la cabeza, se creó la Autoridad Autónoma del Alto Piura y quien habla recibió el encargo de organizarla en calidad de Director Ejecutivo. Finalmente, luego de azarosas gestiones y financiado 100% por Tesoro Público, se llevó a cabo el “Estudio Complementario de Factibilidad del Proyecto Alto Piura” por el Consorcio HARZA -  C y A - SISA (estadounidense, peruano) entre los años 1994/96.

Una vez recibido y aprobado dicho Estudio, más el elaborado anteriormente para Mejorar y Regular el Riego, la Dirección Ejecutiva del Alto Piura quedó apta para formular la siguiente convocatoria cubriendo todos los componentes del Proyecto:

“Licitación Pública Internacional con Financiamiento para Ejecutar Estudios y Obras del Proyecto Alto Piura”

Desgraciada y fatalmente para Piura, al terminar el Estudio Complementario, el CTAR - Piura había caído en manos de un General EP ® cuyo nombre prefiero omitir, quien desmanteló, pulverizó y desapareció la Autoridad Autónoma ante el silencio ominoso y cómplice de Piura,  especialmente del  Alto Piura, por cuanto, si ese fatal accidente no hubiera ocurrido y el General FAP ® Enrique Siles hubiera continuado al frente del CTAR, desde muchos años atrás las aguas del río Huancabamba hubieran irrigado el Alto Piura.

La abulia piurana también fue la responsable de que entre el 2003/04, los lambayecanos, durante el régimen de Alejandro Toledo, con la complicidad de Proinversión, gobierno regional de Lambayeque y el MEF, se nos adelantaran organizando lo que oportunamente califiqué como Concesión Mafiosa para llevarse el agua de nuestro río Huancabamba a las despobladas pampas de Olmos,  habiendo  ya concluido su correspondiente túnel de trasvase. Es por tal razón que, al inicio de mi intervención, dije que la tarea principal del Alto Piura ERA.  por cuanto creo muy difícil, por no decir casi imposible que, como están las cosas, se logre concretar.

¿Y cómo están las  cosas?

La situación que afronta el proyecto no podría ser peor, al extremo que bien puede afirmarse que pareciera que, quienes lo gestionaron, traicionaron a Piura.  Para que no queden dudas flotando en el ambiente por el calificativo de traidores, es una infamia incalificable chantarle semejante remoquete al ex congresista Johny Peralta, por la simple razón que él, por sus funciones congresales, jamás tuvo injerencia en la gestión, donde se generó toda la pus que infectó al Proyecto, tornándolo, reitero,  prácticamente inviable por la obvia y lógica presión que están y continuarán ejerciendo nuestros rivales de siempre: los lambayecanos.




Una digresión para que se entienda porqué  somos ovejas y ellos lobos. El primer estudio para mejorar y regular el riego en el Alto Piura, determinó que era necesario derivar 370 MMC anuales del río Huancabamba, razón por la que a fines de 1988 se promulgó el D.S. N° 057-88-AG, reservando 370 MMC del río Huancabamba para el Alto Piura.  Sin embargo, el Estudio Complementario, concebido únicamente para ver la factibilidad de producción de hidroenergía, determinó la viabilidad de las CC. HH. con una masa derivada de   335 MMC; coligiéndose que, a mayor masa, se incrementaría la rentabilidad.. Además, tal conclusión no afectaba para nada el requerimiento de 370 MMC para el riego determinado en el estudio correspondiente.

¿Qué sucedió con la renovación de la reserva el año 1998 (D.S. N° 011-98-AG), estando ya aprobado el Estudio Complementario de Factibilidad, habida cuenta que éstas tienen vigencia bianual  y deben ratificarse?  Exactamente lo que ustedes se imaginan. La masa reservada se redujo de 370 a 335 MMC. ¿Fue Mandrake el responsable de esta disminución o, mágicamente se redujo el área a ser irrigada? No señores, fueron los lambayecanos, demostrando, una vez más, que son lobos y nosotros (o nuestras autoridades) ovejas.

Abocándonos a la actualidad, recordemos que el Alto Piura quedó apto para ejecutarse durante la gestión de César Trelles con la dación del D. S.  N° 055-2007-EF, de fecha 09 de mayo del 2007,  declarando su viabilidad, en la misma forma que se hizo con Olmos para posibilitar su  Concesión Mafiosa: exonerándolo de la aprobación del SNIP.

Cuando Piura tuvo a su alcance la concreción de sueño tan anhelado, otra vez, como con el citado General y para nuestra desgracia, el Alto Piura se tornó apetitoso bocado en el que una recua de corruptos se dispusieron a hincar sus cochinos dientes. Así, lo que debió ser una gestión ajustada a las normas y procedimientos establecidos para esta clase de obras, se vio inundada por la corrupción originando la pérdida de grandes sumas para Piura y el Estado,  aunque, sin duda alguna, dejando pingües ganancias para los sucios bolsillos de los perpetradores.

No voy a pormenorizar ahora los hechos, pues ya lo hice en un artículo publicado en el diario El Tiempo en siete capítulos: Alto Piura: la verdad al desnudo. Solo reiteraré que ahí afirmé la inviabilidad del contrato suscrito durante la gestión de César Trelles el que, como sabemos, quedó resuelto con una pérdida económica inmensa para Piura y el Estado. Sin embargo, me temo que el dinero perdido es lo de menos frente al hecho de que, tamañas inconductas, hayan tirado por tierra la posibilidad de que el Alto Piura se haga realidad.







Sobre la actual gestión, solo diré que me sorprendió oír al presidente regional, don Javier Atkins,  el pasado día jueves en el curso de la primera asamblea pública del 2014, afirmar que había sacado al Alto Piura de las entrañas del gobierno regional para entregárselo a la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI), sí señores, el mismo organismo que siempre estuvo de la mano de César Álvarez Aguilar, el tristemente célebre  expresidente regional de Ancash. Además, para quien tiene experiencia en la manejo de la cosa pública, ¿qué debería sentir o pensar cuando oye a un jefe reconocer públicamente que su equipo no es de fiar sea por incapaz o por corrupto? Entonces, ¿qué hace rodeado de una recua de inservibles que lo obligan a pagar a terceros para realizar el trabajo competencia de su propio personal?

Ojalá la providencia sea benévola con nosotros y tal pretensión quede expuesta y descartada para que los lambayecanos no sigan celebrando.