D E S I N F O R M A C I Ó N
(Piura, 31 octubre 2019)
Luis Gulman Checa
Lo he dicho y seguiré reiterando hasta el
hartazgo: es lamentable, cuando no punible, que los medios de prensa en vez de
informar, guiar y educar a la ciudadanía, difundan claras falsedades o medias
verdades.
La edición de “El Tiempo” del día de ayer, en
página interior, con el titular:
“César Trelles Lara el cuestionadísimo
presidente del PAP”, haciendo referencia a su pésima gestión del Peihap, afirmó
la siguiente barbaridad:
La Comisión Lava Jato
acusó al Gobierno Regional, a la cabeza de Trelles, de exonerar del SNIP a la
obra.
Vayamos por partes y cucharadas. Si tal
acusación realmente hubiera sido formulada, quien merecería las críticas sería
la citada Comisión por supina ignorancia, por cuanto, tales exoneraciones,
abundantes en los últimos años,
dependen de órganos de gobierno ubicados muy por encima de los
regionales.
Rememoremos el proceso mafioso que envolvió la
Concesión de la Derivación del Agua del Río Huancabamba a las Pampas de Olmos, que también fue exonerado de la aprobación de
SNIP sin que esté en marcha proceso alguno contra los funcionarios
involucrados, Yehude Simon entre ellos.
Consecuentemente, siendo CTL pasible de
innumerables imputaciones y cargos, en el caso aludido merece agradecimiento y reconocimiento de los
alto piuranos por la sabia decisión de convocarme para “ayudarlo a sacar
adelante el Alto Piura” (Sic). ¿Inmodesto y fatuo? Quizá, pero ajustado
estrictamente a la verdad por cuanto golpeamos todas las puertas y pateamos todas
las canillas que fue necesario hasta lograr, tan igual como había
sucedido con Olmos, la exoneración de la aprobación del SNIP para el Alto Piura
posibilitando la convocatoria de la Licitación.
Fatalmente, no siendo émulo de Nostradamus,
jamás imaginé que CTL, una vez puesto en carrera el Alto Piura, en vez recurrir
a una entidad probadamente calificada para llevarlo a cabo como el Proyecto
Chira Piura, perpetrara la barbaridad de convertirlo en una puerta abierta para
rapiñar y saquear el erario a través de la creación de innumerables ubre
públicas para amamantar inmensas recuas de corruptos y/o incompetentes y/o
ignaros, como lo demuestra, triste y palpablemente, la situación del
emprendimiento luego que el Estado peruano, por exclusiva responsabilidad de
CTL, tiró por el desagüe varios cientos de millones de soles que, de haber sido
bien utilizados, desde años atrás la obra estaría en servicio.