PIURA: TAREAS PENDIENTES (IV)
(Piura, 30 diciembre 2022)
Luis Gulman Checa
Precisando que el orden en que he mencionado
las tareas pendientes no tiene relación con las prioridades habida cuenta que
TODAS ELLAS son imprescindibles, ahora me referiré al crimen implícito en
tirar, desperdiciar y malbaratar un bien
que ya está a nuestra disposición: EL AGUA REGULADA.
Constantemente me viene a la mente el recuerdo
del asombro manifestado por el Ing. Israelita, jefe del estudio para Regular y
Mejorar el Riego en el Valle del Alto Piura, cuando miró el Canal de Derivación
transportando 70 m3/seg. Lo miré
y le dije: ¡Qué maravillas harían ustedes con semejante riqueza! También
recuerdo haber planteado en un artículo lo maravilloso que sería para Piura y
los piuranos ceder en concesión a Israel, por un plazo de 50 AÑOS, la actividad
agrícola en el departamento.
Sé de lo que hablo por cuanto, el año 1981,
planté 10 hectáreas de Maracuyá regadas por goteo implicando un gasto de 5.5 litros/seg.
Era una plantación formidable, la cual, fatalmente, el fatídico 1983 cayó por
los suelos por cuanto el fango no soportó mantener los postes enhiestos por el
tremendo follaje. De todos modos, posteriormente, manejé cultivos con micro
aspersión y aspersión.
Una primera y vital consideración respecto al
AGUA REGULADA es que la misma tiene un valor muy alto debido a la enorme
inversión realizada, justamente, para regularla. Creo que es más cara que la
extraída del sub suelo en el Alto Piura la cual si requiere, necesariamente,
que los agricultores paguen su real precio representado en la perforación y equipamiento
de los pozos y operación y manteniendo de los mismos.
Ello debe llevarnos a formularnos una simple
pregunta: ¿Por qué diablos mientras en el Alto Piura SÍ SE PAGA EL PRECIO REAL
POR EL AGUA, la regulada en los reservorios de San Lorenzo y Poechos se regala?
No importaría que se regalara si se le usara inteligente,
adecuada y racionalmente. Sin embargo, agravándose ello por nuestra falta de
educación, el hombre no es propenso a cuidar lo que “le cae del cielo”, por lo
que desperdicia bien tan formidable, por ejemplo, perpetrando el
crimen/barbaridad/estupidez de destinarla a plantar arroz.
¿Por qué el Estado regala el Agua Regulada y cobra
por la energía eléctrica? ¿Acaso ambos bienes no requirieron de grandes
inversiones para estar disponibles?