HILDEBRANDT: ¿CONDENANDO EL ÉXITO?
(Piura, 30 julio 2020)
Luis Gulman Checa
La edición de Hildebrandt en sus trece del
pasado 24 de julio, primera que leí luego de varios meses de aislamiento,
apareció con dos informes que, instantáneamente, consideré una prueba más de lo
expresado en artículo reciente referido al odio/envidia/inquina que anida en mentes y corazones de muchos
peruanos contra compatriotas exitosos, de lo cual, fatal y evidentemente, no se
habría librado tal semanario.
Hermanito
En los dos últimos años, la empresa “C y M Vizcarra
Ingenieros Contratistas” le ha facturado a Southern Perú 13 millones de dólares
y a Graña y Montero algo más de un millón. La empresa es hoy propiedad exclusiva
de César Vizcarra, el hermano mayor del primer mandatario.
El largo artículo pormenoriza contratos de
trabajos de la empresa como también montos recibidos por los mismos,
demostrando así que las operaciones realizadas son limpias, transparente,
documentadas y arregladas a ley. Es decir, totalmente opuestas a las que
obtendría un tratante de blancas o un narcotraficante, quienes, como cualquiera
entiende, difícilmente llevarían un registro y, menos aún declaraciones a la
SUNAT, referidas a cuánto le dejó
mensualmente la explotada Juana o el alijo de coca camuflado en un contenedor.
Para cualquiera, con una ínfima capacidad de
razonamiento/entendimiento, el objeto único de tal publicación es echar
sombras sobre la empresa, la cual, a pesar de haber sido creada m/m 20
años atrás, tuvo la enorme desgracia de que uno de sus socios, accidentalmente
y sin querer queriendo, se encumbró como Presidente de la República, ergo,
¿había? que dispararle a los pies.
Ministro afortunado
El nuevo titular de Energía y Minas tiene una extensa
experiencia en el sector minero. Extensa y lucrativa.
En este caso, si bien no es hermano del
presidente si tiene el ¿estigma? de ser nieto del expresidente Fernando Belaúnde
y, también, como en el caso precedente y según lo precisa el informe, una hoja
de vida plagada de éxitos que, como es natural, lo proyectó como persona
acaudalada. ¿Otra vez le saca roncha a la revista que haya
peruanos quienes, sin tener que quemarse las pestañas en cada cierre
de edición viven como reyes o nababs en comparación con sus propias existencias?
Como suele hacerlo permanentemente el semanario,
señalando imaginarios dueños de grandes empresas o conglomerados económicos,
como por ejemplo, afirmar que Dionisio Romero es el dueño del Banco de Crédito,
cuando, estimo, debe poseer menos del 1%; no pudo dejar de asociar al flamante
ministro con Roque Benavides, también permanente y ridículamente ¿acusado? de ser
dueño de Buenaventura y hasta de Yanacocha, cuando, calculo, poseerá el 5% de
la primera y el 2% del consorcio operando en Cajamarca.
Ojalá esté errado y el objetivo de la revista
sea resaltar la existencia de
compatriotas exitosos con el objeto de incentivar a la juventud a seguir ejemplos
tan edificantes. Dios quiera que en las próximas ediciones continúen
apareciendo reseñas similares.
Modestamente les sugiero ocuparse de Gastón
Acurio antes que sea requerido para desempañarse como ministro del futuro ente
estatal: Ministerio de la Cocina Peruana.