LA GUERRA POR LOS CASCOS
(Piura, 30 abril del 2015)
Luis Gulman Checa
El conflicto que nos está mortificando se
generó por absoluta incapacidad del Concejo Municipal el que, de ejecutor, se
auto colocó como ejecutado. ¿Por qué? Por cuanto su tarea, apenas asumió, debió ser erradicar el transporte público en motocicleta
al estar proscrito por una Ordenanza Municipal.
Así entonces, lo que ha hecho es “tomar el
rábano por las hojas” al lanzar un mensaje ambiguo y/o indescifrable, por
cuanto, si tal servicio “tiene” que desaparecer - salvo que dejen sin efecto la
Ordenanza que lo prohíbe - ¿cuál es el objeto de poner en agenda el tema de los
cascos? Ello resulta tan absurdo que, pensando mal si queremos pensar bien, se
torna verosímil el rumor que la autoridad está “amarrada” con el proveedor de
los cascos escogidos.
Otra irracionalidad implícita en la medida
tiene que ver con la seguridad del motociclista, pues es innegable que, cuanto
más cubierta y/o protegida esté la cabeza, menos serán las probabilidades de
sufrir daños mayores en caso de un accidente. Si así no fuera, los pilotos de
carrera de motocicletas, en vez de protegerse como si fueran a la guerra,
aparecerían con sandalias, short, polo y una visera para el sol.
Analizando desde otro ángulo la absurda situación
creada, deberíamos reflexionar porqué
nuestra ciudad es la única asolada por esta lacra/plaga del transporte público
en motocicleta. ¿Por qué cundió acá y no sucedió así, por ejemplo, en Chiclayo,
Trujillo, Ica o Arequipa? Este hecho debería llevarnos a indagar la razón por
la que Piura se convirtió en el centro del caos, desorden y el “sálvese quien
pueda” a nivel nacional, no solo por la invasión de motociclistas sino también
de inversionistas de todo orden, como, por ejemplo, los que emporcaron la bahía
de Paita y/o los que, emulando al ya famoso Orellana, han hecho y deshecho,
apropiándose con malas artes de terrenos de diversa índole.
Pregunto, estimado lector, acaso esta
sucesión de calamidades y atropellos contra la ley y el orden, ¿no deberían
llevarnos a pensar que nuestras autoridades han sido y/o son un desastre tanto
por incompetentes como por corruptas?