ARTÍCULO ¡MONTESISISTA!

¡MONTESINISTA!

Luis Gulman Checa

Parafraseando a Sergio Markarian: “Me tienen podrido esos miserables hipócritas y convenidos que se la pasan calificando de ‘montesinita’ a quien sea con el único y evidente afán de torpedear al gobierno del presidente Humala”. ¿Qué quieren estos desgraciados que, en vez de coadyuvar a que el gobierno saque adelante al país de la mano de una persona (hasta ahora) limpia, hacen lo posible para dañar la gestión pensando solo en sus propios intereses? ¿Y nosotros? Les importamos un rábano, ya que su único afán es tomar el poder para retornarnos a la ruta malhadada de la corrupción,  su “marca de fábrica”.

Muy bien, si queremos mencionar ‘montesinistas’, vayamos recordando un par de videos que el país entero apreció. 1°. Vladi y  dos consuegros, dueños, respectivamente, de Panamericana y RPP. Tema principal de conversación: Raúl Vargas Vega, flamante jale de RPP de quien su jefe dice: “lo estamos evaluando, si no sirve lo saco”. Vladi acota que también lo están observando. 2°. Vladi entregando bolsas de dólares al consuegro dueño de Panamericana a cambio de poner el canal al servicio del gobierno. 3°. Este nunca fue visto, pero, a raíz de lo conversado en el primero y el uso y abuso descarado que hicieron de RPP las tres fantásticas congresistas fujimoristas, con el coro de las risas y halagos de RVV, habría que ser bien caído del palto para no saber que el video existe.

Sin embargo, como las varas para medir el grado de ‘montesinismo’ se escogen de acuerdo al cliente, el país acaba de presenciar la fastuosa celebración del cincuentenario de RPP sin que nadie, por ningún  medio o forma, se haya siquiera atrevido a recordar nada del  pasado  de esa emisora. Entonces, ¿cómo se determina si un ‘montesinista’ es bueno o malo? Por lo visto, resulta evidente que al propietario de la principal radioemisora del país, ningún político (lo que refleja la llamada ‘suciedad’ de la política) en su sano juicio, osaría endilgarle tan feo y lapidario epíteto, por cuanto ello implicaría no acceder nunca más a sus ondas.

Evidentemente podría señalar otras ‘personalidades’ nacionales, sin duda de mayor rango o alcurnia que los referidos, pero, por varias razones, prefiero no hacerlo al considerarlo innecesario e inconducente. Además, todos los peruanos vimos los mismos videos, por lo que basta con que, los amables lectores, hagan memoria y convengan con el suscrito respecto del abuso que actualmente se viene haciendo del calificativo.

Sigamos recordando. ¿Acaso Vladi no era el peruano hispano parlante más poderoso del país? ¡Si consignara la lista de personalidades (que jamás perdieron vigencia en la escena pública) que se jactaban de su amistad y asiduas reuniones con un “mozo tan brillante”, refiriéndose a Vladi! Ojo, no los critico a ellos, pero sí a los miserables que ahora sacan el adjetivo para dañar al presidente.


¿Cree usted que Vladi ha sido la peor persona que ha parido el Perú? Yo digo que de ninguna manera, pues, para comenzar, hay varios expresidentes mucho peores que él. Por lo contrario, considero que, a raíz de su manía fílmica, nos hizo un bien inmenso: Nos puso a la vista que la corrupción, difundida en todos los ámbitos y estratos, es la lacra que nos mantiene atrasados. Por ese enorme servicio, Vladi se hizo merecedor a nuestro eterno agradecimiento.

¿Cuál ha sido el detonante del presente? La información aparecida en la edición del 28.12.2013 de Perú.21, sobre la designación del “montesinista” Gen. EP Leonel Cabrera,  como jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.

 Olvidando que éstas se organizan verticalmente y las órdenes se cumplen sin dudas ni murmuraciones, el citado diario, insolentemente e insultando nuestra inteligencia y capacidad de análisis, tilda de ‘montesinista’ al citado General por cuanto, “en un poco conocido ‘vladivideo’, signado con el código V-0668, el cual evidenciaría que el general Cabrera era cercano a la  cúpula militar del exasesor presidencial Vladimiro Montesinos, al registrar la celebración del cumpleaños del general montesinista José Villanueva Ruesta, realizada en junio del 2000 - luego de que A. Fujimori ganara su segunda reelección presidencial -, cuando era Comandante General del Ejército y Jefe del CCFFAA. La actividad, ofrecida por altos mandos castrenses y el propio Montesinos, se desarrolló en el ‘Pentagonito”.

¿El pecado irredimible de Leonel Cabrera? Aparecer en una fila de oficiales dando la bienvenida a Villanueva Ruesta y al exasesor Montesinos, lo que indica que gozaba de la confianza de esa cúpula castrense.

¡Qué tremenda chambonada la del diario! ¿Cuál era el grado de Leonel Cabrera en esa época? ¿Comandante? ¿Cree usted, estimado lector, que un Comandante podía o puede darse el lujo de no asistir a una reunión de semejante naturaleza a la que fuera invitado?

Parafraseando a Tulio Loza: “No mojen que no hay quien planche!