PERU. ¿GOBERNADO POR BOMBEROS?

Luis Gulman Checa

De las varias acepciones de bombero, el presente alude a quienes extinguen los incendios. ¿Qué equipara a nuestros gobernantes con los bomberos? Que en vez de “gobernar” - comparable a conducir un rebaño por el camino trazado hacia un destino predeterminado -, permiten que cada quien haga lo que desea ignorando olímpicamente normas y reglamentos que debieran ser de obligatorio cumplimiento, hasta que los hechos se tornan tan escandalosos e intolerables que, abruptamente, deciden acabar con ellos e imponer el orden.

El ¿pequeño? inconveniente es que, cuando alguna autoridad decide tomar acción, el “mal” por erradicar está tan enraizado que no sólo es mayor de edad, cuenta con titulo de propiedad y ha constituido prole tan numerosa que, en la práctica es casi imposible extirparlo cuando los gobiernos son democráticos y respetan la vida de las personas, lo que significa que la única manera de hacerlo sería a “sangre y fuego”.

Para la conservación del orden público se debe imitar a las personas ante la amenaza de ser atacadas por el cáncer: controles periódicos y permanentes para actuar violenta y drásticamente ahí donde se le detecta, pues, de no hacerlo, morirá. Ejemplo actual, local y palpable de lo dicho: ¿acaso Piura estuviera invadida por motocicletas de transporte público si la primera que apareció hubiera sido perseguida y destruida como enviada por el mismísimo Satanás? Como no se actuó así, ahora es imposible predecir cuándo se librará la ciudad de semejante “medio de transporte” público.

Consideremos el último “incendio” ocasionado por la decisión gubernamental de erradicar la destructiva, irracional, abusiva y explotadora extracción ilegal de oro en Madre de Dios a través de un sorpresivo Decreto de Urgencia disponiendo la formalización de tal actividad, cuando ésta campea a sus anchas desde décadas atrás. Algunas preguntas obvias: ¿porqué el gobierno no promulgó el D. U el 30 de julio del 2006?; ¿acaso no es evidente que todas las autoridades concernidas y que omitieron aplicar la ley durante los años pasados, deberían ser juzgadas y sancionadas?; ¿de dónde salió y quién y porqué permitió el ingreso de tan numerosa y costosa maquinaria a la zona?; ¿quién y cómo proveyó e introdujo las toneladas de productos químicos para extraer el oro?.

Es triste reconocer la falta de capacidad y/o desinterés de nuestros gobernantes, desde Alcaldes de remotos distritos hasta la Presidencia de la República, respecto a tender la mirada hacia el futuro en relación a hechos cotidianos aparentemente intrascendentes. Por ejemplo, la más pequeña invasión de terrenos, públicos o privados, tomados al asalto con nocturnidad y alevosía por grupos humanos “sin techo”, conlleva el embrión de graves problemas que aflorarán más temprano que tarde. ¿Por qué? Por cuanto la aparentemente inofensiva y minúscula invasión terminará exigiendo la provisión de servicios públicos no previstos ni presupuestados: agua, desagüe, energía, pistas y veredas, entre otros.

¿Cómo crecerán las ciudades en los países auténticos? Sin duda planificada y ordenadamente, de modo que oportunamente se van proyectando y adecuando las instalaciones para que los servicios se dispensen satisfactoria y oportunamente, evitando que cientos o miles de personas vivan en condiciones inaceptables, como también incurrir en gastos extraordinarios. Entonces, ¿acaso no es incuestionable que las autoridades permisivas y/o descuidadas a este respecto incumplen con sus obligaciones y debieran ser sancionadas ?

¿Se producirá próximamente otro “incendio” a causa del boom minero aurífero en Las Lomas y Suyo? Parecería que luego de lo sucedido los últimos días en el sur del país, nuestros esforzados y pujantes mineros (sin sorna) continuarán trabajando y obteniendo buenos ingresos por tiempo indeterminado, al no ser probable que nuestras autoridades - para muchas de las cuales las únicas obras que valen la pena son las que requieren fierro y cemento - repentinamente consideren obra prioritaria el formalizar la cada vez más creciente extracción de oro en Piura.

Para finalizar, ¿no es vergonzoso el silencio total de las Organizaciones defensoras de la vida y la agricultura que vienen impidiendo la explotación minera formal y legal, ante el brutal ataque al medio ambiente (y a la vida de las personas) perpetrado a lo largo y ancho del país por mineros informales?

Piura, 12 abril del 2010.
(No publicado por Diario El Tiempo el martes 13 de abril.)