La Teta ... : ¿El Perú en la cima del mundo?

Luis Gulman Checa

Es fantástica y ¿digna de admiración? la levedad de nuestra idiosincrasia, pues el simple anuncio de que la película nacional, La Teta Asustada, había sido nominada a los Oscar en el rubro Mejor Película Extranjera, sirvió, como por arte de magia, para que casi todos los medios saturaran sus espacios levantando este hecho como un colosal logro para el país. Siendo realistas, ¿qué ganaría el Perú si, finalmente, lograra el Oscar en su categoría? ¿Mejoraría el Grado de Inversión peruano; las tasas de interés de los créditos que logramos en el exterior se reducirían en algún porcentaje significativo; desaparecerían las prácticas corruptas que contaminan a la mayor parte de nuestras autoridades; se reduciría drásticamente la pobreza acortando la abismal diferencia entre ricos y pobres o el analfabetismo quedaría desterrado como por ensalmo?

Fatalmente, la respuesta a las interrogantes planteadas y a muchas otras similares es un rotundo NO, por cuanto, si la película lograra la ansiada estatuilla, el maravilloso logro sería única y exclusivamente para nuestras connacionales Claudia Llosa (radicada en Barcelona) y Magaly Solier, siendo de desearles que, a partir de tal conquista, lograran ascender hasta las nubes.

¿El presente debe tomarse como una crítica a los medios por el exagerado levantamiento de la noticia? Claro que sí, por lo que hasta podría pensarse en una gran concertación generadora de una fantástica cortina de humo distrayéndonos de nuestros auténticos males, problemas y carencias y, lo más grave, haciéndonos desviar la mirada de los graves y variados asuntos infectados por la corrupción que amenazan quedar impunes.

Muchos disentirán con el suscrito, “porque los peruanos requerimos olvidar nuestras angustias nutriéndonos de noticias positivas que nos levanten el ánimo”. Además, ya estamos acostumbrados a ser ¿embaucados? por tratamientos similares de hechos intrascendentes que aparecen en primeras planas: algún gol de Farfán en un triunfo del Schalke 04; la súbita fobia de Paolo Guerrero a abordar un avión (por lo que tendrá que cambiar de ocupación); el triunfo de Luis Horna en el torneo de dobles de Roland Garros o algún divorcio que no precisaré por respeto y consideración a los hijos menores.

Sin dármelas de adivino pronostico una noticia que muy pronto “hará vibrar de emoción a cada corazón peruano” y que saturará nuestros medios, cuando Claudio Pizarro (el más exitoso futbolista nacional) se corone como el máximo artillero extranjero en la historia de la Bundesliga, ocasión en la que nuestros cronistas deportivos tendrán dificultad para expresarse porque sufrirán un empacho de emocionado patriotismo, el que, como tiene que ser, contagiará también a nuestras más altas autoridades, empezando por AGP, quienes, cómo no, agasajarán y tendrán su respectiva foto con el goleador ganándose alguito al interior de la afición futbolera.

Sin embargo, mientras dedicamos tiempo, espacio y atención a hechos que, mereciendo su cuota difusión, son intrascendentes; la corrupción continúa agravándose, como es el caso, por ejemplo, de la gestión que nuestro Gobierno Regional viene haciendo con el Alto Piura, el cual, del gran proyecto hidráulico de desarrollo que debió ser, devino en excusa para asaltar el erario y en caballito de batalla electoral.

Asimismo, lejos de nuestro medio, en la ciudad capital, salvo un medio de circulación nacional, “todo el mundo” continúa ciego, sordo y mudo ante lo que, evidentemente, configuró un fenomenal latrocinio contra el Erario perpetrado por funcionarios de la Municipalidad de Lima embolsicándose la friolera de 21.3 millones de soles. ¿Cómo lograron “ponerle alas” a semejante cantidad sin que nadie, empezando por la inefable Contraloría General, dijera ni a? Orquestando lo que habría sido una gran estafa a partir de una acreencia a favor de RELIMA.

Fatal y lamentablemente, a juzgar por nuestra historia, especialmente la reciente, con fenomenales negociados como la Concesión de Olmos o la Carretera Interoceánica del Sur; no es imposible que tremendo robo al fisco quede impune, lo que, de darse, implicaría que urgentemente habría que administrarle los Santos Oleos al Perú.

Piura, 03 febrero del 2010.
(Publicado en Diario El Tiempo el martes 9 de febrero del 2010).