Piura: ¿Reacciona contra la prepotencia?

Luis Gulman Checa

La consistente, fundamentada y demoledora campaña radial y periodística desatada la semana pasada contra la injustificable y oscura decisión de César Trelles, aún en funciones como presidente regional de Piura, de construir la ¿carretera? Tambogrande - Km. 21; no sólo fue esperanzadora sino podría revelar que los piuranos no hemos perdido totalmente nuestra voluntad y deseo de defender lo nuestro, porque, habiendo tantas necesidades regionales mil veces más prioritarias que este “bendito capricho”, tenemos no sólo el deber sino la obligación de protestar ante este insano propósito hasta que la autoridad regional entienda que, lejos de ser un zar o un rey para actuar despóticamente según su capricho ¿u oscuro interés privado?, no es más que un servidor de quienes lo elegimos para, entre otras tareas, administrar, honesta y eficientemente, los recursos públicos asignados al pliego a su cargo.

Adicionalmente, con la única intención de que los responsables de esta descabellada idea recapaciten, no deben olvidar que el “mundo da vueltas”, expresión usada para graficar lo pasajero e ingrato que es el poder, especialmente cuando por falta de preparación y/o educación de los gobernantes, éstos hacen “cera y pabilo” de normas, trámites y reglamentos en el desempeño del cargo - que tienen prestado y del que deberán rendir cuentas -, tan igual como hace una criatura, que aún no alcanzó el pleno uso de la razón, con algún juguete que cayó en sus manos por las fiestas navideñas.

La obvia diferencia entre uno y otro, es decir, entre la autoridad y la criatura, es que mientras ésta recibió el juguete para que hiciera con él y de él lo que le diera la gana; la autoridad, que es un servidor público que mantenemos todos los ciudadanos con nuestro dinero, cuando entregue el cargo (salvo que el Altísimo decida retirarlo de este mundo antes de tal fecha), deberá, si tal fuera el caso, pagar por cada infracción que hubiera perpetrado en el ejercicio de sus funciones.

Realmente es lamentable plantear reflexiones de esta naturaleza para hacer recapacitar a nuestros tozudos dirigentes, habiendo incontables ex autoridades peruanas que ocuparon los más altos cargos de gobierno quienes, ahora mismo, están en calidad de requisitoriadas, encausadas y/o condenadas; justa y precisamente por haber actuado al margen de la ley, priorizando su lucro personal, asaltando el erario y postergando los intereses del Estado y de la ciudadanía. ¿Será cierto aquello de que el poder ciega y obnubila, al extremo que quienes lo detentan olvidan que están ahí a plazo fijo, el que, una vez concluido, los obligará a responder por sus acciones y/u omisiones?




Hasta la naturaleza está coadyuvando con la ardua tarea de “abrir e ilustrar la mente” de la autoridad regional, pues, las normales lluvias producidas los últimos días sirvieron para evidenciar la precariedad de diversas vías de comunicación regionales, las cuales, al colapsar, dejan aislados a millares de piuranos quienes, injustamente, terminan pagando las consecuencias de la inoperancia y/o incompetencia de los gobernantes. ¿Qué grosor tendrá la concha bajo la que se cobija una autoridad que insiste en construir una inútil carretera por el desierto para “unir” Tambogrande y Piura, ciudades que ya cuentan con una magnífica vía asfaltada, cuando, paralelamente, en la región existen decenas de localidades que claman por vías de comunicación decentes?

Planteo una sugerencia a los señores alcaldes y representantes de las fuerzas vivas de las localidades aisladas: así como la autoridad regional promovió la visita de unos cuantos pobladores de Tambogrande (sin duda fieles y engañados militantes del vapuleado y maltratado Partido de Haya de la Torre) a la sede del gobierno regional, respaldando la pretensión de construir el citado esperpento; ellos también, unidos como un puño, deben movilizar a pie - habida cuenta que no hay carreteras transitables - unos cuantos miles de olvidados ciudadanos de las serranías piuranas a la misma sede, para exigir que los recursos de todos los piuranos se usen correctamente empezando por paliar las carencias de los más necesitados y, muy especialmente, dejando muy claro que jamás permitirán que los negocios privados se antepongan al superior interés público.

Piura, 12 febrero del 2010.
(Publicado en Diario El Tiempo el martes 15 febrero 2010)