CAOS EN PIURA: ¿ALCALDESA AL BANQUILLO?

Luis Gulman Checa

La asonada y consiguiente saqueo y robos por doquier que sufrimos los piuranos el pasado miércoles, fue la ¿previsible? consecuencia de una legítima, correcta y necesaria decisión de la autoridad municipal, como es la de ordenar, civilizando y modernizando, el auténtico antro en que devino el mal llamado Mercado Modelo de Piura. No obstante, debe reconocerse que los reales responsables del caos y tugurización imperantes, más que los ocupantes precarios, son quienes durante décadas lo permitieron por omisión en el cumplimiento de sus obligaciones.

El presente no busca satanizar ni hacer leña de persona alguna, orientándose a analizar las razones que posibilitaron hechos tan vergonzosos y lamentables, especialmente porque, como los medios lo difundieron ampliamente, la alcaldesa hizo viaje expreso a la capital para coordinar con el ministro del Interior las garantías que tendría que haber prestado la Policía Nacional. Esta reunión, en apariencia acertada, fue un error por la importancia de Piura. Así, el ministro, con su equipo de confianza, debió venir para analizar “en vivo y en directo” las condiciones y circunstancias implícitas y dictar las medidas correspondientes para que el cometido de cumpliera pacífica y ordenadamente.

¿Acaso la tarea de recuperar las áreas públicas que circundan y cruzan el mercado, aberrantemente ocupadas, no era similar o más compleja aún que el desalojo de los invasores del mercado de Santa Anita en Lima, para lo cual, el propio Consejo de Ministros extremó planificación y despliegue disuasivo? Entonces, ¿por qué el gobierno actuó tan desaprensivamente en nuestro caso? ¿Propaganda subliminal a favor de los candidatos fujimoristas que repetirán hasta el hartazgo que con el “Chino” sí había orden, respeto a la propiedad pública y privada y paz social? O, quizá, lo que acabamos de sufrir, sumado a los recientes desastres de Moquegua y Bagua, confirma que para los gobernantes el país empieza y termina en Lima.

Otra triste y preocupante confirmación es que el concepto de “Inteligencia” no existe al interior de nuestras fuerzas policiales, porque, si la idea se manejara aunque fuera tenue y vagamente, habrían detectado oportunamente, cortándolo de raíz, el evidente contubernio o contrato de “locación de servicios” entre algunos obcecados dirigentes y/o comerciantes opuestos al orden y hordas de avezados delincuentes que impusieron el terror en nuestra ciudad. Una pregunta para la reflexión: ¿el número de fallecidos fue elevado o irrisorio en comparación con los desmanes perpetrados por los vándalos y desadaptados sociales que sometieron la ciudad ante la inoperancia, pusilanimidad y/o incapacidad policial?

Un aspecto a considerar es porqué, cuando la policía no pudo garantizar vida y patrimonio de la ciudadanía en Piura, la autoridad competente, el Presidente de la República, no dictó las medidas que posibilitaran que las Fuerzas Armadas, como sucedió el 05.02.75 en Lima ante la huelga policial, restablecieran el orden en la ciudad. Para el suscrito, grave omisión presidencial. Si la razón hubiera sido que no fue informado oportunamente de los hechos, lo que es difícil de creer, ¿por qué no se echó al ministro del Interior en el término de la distancia por negligencia e incompetencia punibles?

En el caso de la autoridad municipal, ¿actuó impecablemente desde que, acertadamente, tomó la decisión de ordenar el mercado? No, por cuanto, poniendo en la balanza tanto los antecedentes como las consecuencias de la ardua tarea que se había impuesto, su primera acción debió ser acondicionar, impecablemente, los nuevos emplazamientos que, necesariamente, tendría que haber puesto a disposición de quienes tendrán que ser reubicados. Además, ¿un consejo hasta de un conejo?, la autoridad, cualquiera que sea su rango o nivel, jamás debe negarse a dialogar aunque sepa que no hay ni la más mínima posibilidad de lograr acuerdo alguno. Así, no sólo “se cura en salud”, sino que “deja sin piso” a sus potenciales enemigos gratuitos y/o convenidos, como fueron los vergonzosos casos tanto de la congresista Marisol Espinoza como del presidente regional César Trelles.

Piura, 08 marzo del 2010
(Publicado en Diario El Tiempo, 9 de marzo 2010)