COLAPSO DEL ALTO PIURA

COLAPSO DEL ALTO PIURA: ¡QUÉ TAL CON…..SCIENCIA! (I)

Luis Gulman Checa

Estoy escribiendo el martes 10.12.2013, luego de haber leído las  declaraciones y/o informaciones aparecidas en los diversos medios de prensa, referidas a lo que bien podríamos denominar como Colapso del Alto Piura y, con franqueza, no sé si reír o llorar, pues el cúmulo de barbaridades expresadas por algunas de las personas directamente responsables de tal descalabro, no hacen más que confirmar no solo que, increíblemente, la conducción de tan importante y costosa obra que debía beneficiar a la agricultura del Alto Piura, en particular y, a Piura en general; ha estado y sigue estando en manos de personas no idóneas, sino que, además, tenemos todo el derecho de dudar de la idoneidad moral de éstas, especialmente porque, si tuvieran un ápice de sentido ético, debieron renunciar a sus cargos en el término de la distancia.

Con franqueza, nuestra Piura da pena, pues, ¿acaso no salta a la vista que nos asemejamos a un despojo  disputado por una jauría de hienas hambrientas? La comparación, aunque duela, refleja  la realidad, pudiendo comprobarse leyendo cualquier diario, cuyas páginas están plagadas de denuncias de componendas, robos y dispendios perpetrados en casi todas las dependencias públicas, es decir, en términos generales, bien podemos afirmar que nuestras autoridades, antes que peruanos bien nacidos, se portan como los chilenos que el siglo antepasado rapiñaron nuestro país.

En suma, según los declarantes, la rescisión del contrato de ejecución con la contratista Camargo Correa ha sido una bendición por cuanto el Estado ahorrará una importante cantidad de millones. Además, de inmediato se convocará a un nuevo Proceso de Selección y, el elegido, construirá la obra en un santiamén. Usted, estimado lector, que no tiene la menor idea de los intríngulis de estas actividades, ¿Qué opina? ¿Habrá alguien tan “caído del palto”, Fujimori dixit, que crea que la rescisión de un contrato de obra de semejante monto y trascendencia podría calificarse como una bendición?

Aclaremos. Como sostuve desde que empecé a tratar el tema, este contrato no podía tener otro final que la rescisión por cuanto era absolutamente inviable. ¿Por qué? Repito: porque se contrató a una empresa para construir cuando no se tenía la menor idea qué y cómo iba a construirse. Ergo, no quedaba más remedio que rescindir semejante disparate. Ahora bien, ¿cuánto le irá a costar al Estado la barbaridad (ignorancia o corrupción) perpetrada por la gestión de CTL y continuada por JAL? El tiempo lo dirá.

Plantearé una reflexión. Semanas atrás afirmé que, de haber sido elegido presidente regional en octubre del 2010, en enero del 2011, luego de desactivar la Unidad Ejecutora del Alto Piura, hubiera demandado la nulidad de pleno derecho del contrato de ejecución del Alto Piura. Si así hubiera sucedido, imaginemos cómo habrían reaccionado los defenestrados  y  los alto piuranos en general. ¡Los epítetos que me habrían endilgado!  Sin embargo, ¿acaso no hubiera tenido razón? Sucede que, cuando por protervos intereses se deja en manos de incompetentes, ignorantes y/o sinvergüenzas, la conducción de grandes emprendimientos o la toma de decisiones trascendentes, como hicieron CTL y  JAL, se obtienen estos nefastos resultados.

Reiteraré una reflexión formulada tiempo atrás respecto a la doble vara que usan algunas autoridades: cuando éstas sufren algún quebranto en su salud, ¿acuden al mejor médico disponible o buscan un curandero? Entonces, ¿por qué razón no usan el mismo criterio cuando se trata de  administrar dineros públicos puestos bajo su custodia? ¿Cómo pudieron ser tan inescrupulosos de poner y dejar, respectivamente, en manos de ignaros absolutos el manejo del Alto Piura?

Siendo objetivo, mi vaticinio es que el desarrollo del Alto Piura, que estuvo a nuestro alcance, se ha esfumado cual voluta de humo, a pesar de la lapidación de una suma por determinar (habrá que ver cómo termina la acción que incoará Ca margo Correa por haber sido “estafado” por el Gobierno Regional de Piura), cuando terminen la serie de litigios que habrán de desarrollarse como consecuencia de esta sucesión de barbaridades perpetradas por nuestros mandatarios regionales.

En la próxima entrega señalaremos con precisión lo que se nos viene.


Blog del autor: lgulmanch.blogspot.com