APRA EN PIURA: R. I. P.

(06.12.2014)

Luis Gulman Checa

El Partido Aprista se esfumó, expiró, desapareció asesinado y enterrado por los mismos “compañeros”. Sí, con comillas, por cuanto hace mucho tiempo habían dejado de lado la antigua fraternidad para avocarse a preservar sus propios intereses y/o apetitos, enzarzándose a dentelladas cual jauría hambrienta.

En retrospectiva, empezó a morir a raíz del asesinato de Luis Paredes Maceda posibilitando el ascenso de César Trelles Lara, negado por la naturaleza de las cualidades mínimas  para desempañar la delicada tarea de guía aprista en Piura. Así pues, César ha sido el artífice y responsable de la defunción partidaria.

Prueba incuestionable de lo dicho: el último proceso electoral en el que, el antaño sólido partido, apareció dividido, por lo menos, entre cuatro candidatos:

·         Árbol                    :           Jhony Peralta
·         Llave                    :           Reynaldo Hilbck
·         Carretilla             :           José Carlos Carrasco
·         Sombrero:           :           César Paz (Freddy Aponte)

Reconozco que conocí de la sólida alianza de los  “Trellistas” con Reynaldo, después del proceso, entendiendo recién el triunfo de la llave en primera vuelta, lo que consideraba imposible. ¿Por qué? Por cuanto, ingenua y/o sanamente, jamás pensé que un aprista auténtico dejara de votar por Jhony, a la sazón y dada la nula campaña de José Carlos aparentemente por problemas de salud, el mejor y más calificado entre todos los candidatos.

¿Qué llevó a César Trelles a apoyar a un extraño, bisoño e inexperto, despreciando a un compañero con conocimiento y experiencia en la administración de los asuntos públicos? Que sea él mismo quien responda. Sin embargo, la certeza de que tal alianza existió, recién quedará probada o descartada en los próximos días, cuando salgan a la luz los funcionarios designados por Reynaldo.

Incluso, durante la campaña, fuimos testigos de un sainete antes inimaginable: primero vino Omar Quezada a entronizar a Jhony como candidato del partido y los Trellistas, atrincherados en nuestro local (también aporte para su adquisición), lo repudiaron. Luego, fue Carlos Roca el visitante para denostar de Jhony por “traidor” y renunciante. ¡Cómo se habrá retorcido en su tumba Haya de la Torre!


Peor aún: el APRA también ha muerto a nivel nacional, habiendo sido el disparo final en la sien la debacle electoral en La Libertad, el último resquicio que aún medio aleteaba del antaño sólido norte.

Aclaración: si alguien dijera que mi apreciación es errada porque Alan García aparece con opciones para las elecciones generales del 2016, mi respuesta es que ello más bien ratifica mi conclusión, porque a tal señor, de aprista auténtico, no le queda ni un pelo.