SOS: NOS QUEDAMOS SIN AGUA
(Piura, 05 septiembre
2024)
Luis Gulman Checa
Los ríos, el día de ayer, superaron todos los
récords, aunque, para nuestra desgracia, hacia abajo, aportando un caudal de
2.1 m3/seg al reservorio de Poechos, mientras del mismo fue evacuado un caudal
de 61.13 m3/seg dejando el nivel del agua almacenada en la cota 100.71 m.s.n.m.
Preguntémonos, si sucediera la desgracia que,
en los próximos meses, no solo no hubiera agua para atender el riego de las
plantaciones de cultivos de exportación, sino, peor aún, ni siquiera para
calmar nuestra sed, ¿sobre quién o quiénes recaería la responsabilidad por
semejante desastre?
Reflexionemos respecto a que la administración
del bien más valioso que tenemos en Piura - luego de la fatal creación de
PetroPerú que acabó con nuestra riqueza petrolera - como es el agua regulada en
los reservorios de San Lorenzo y Poechos, en la práctica está en manos de los
propios usuarios, quienes no solo hacen pésimo uso de ella, sino que, violando
la ley, la dispendian gratuitamente.
Lo he dicho antes y ahora lo reitero: ello
equivale a que las asociaciones de moto taxistas fijaran el precio de los combustibles
y/o que los comités de pueblos jóvenes fijaran la tarifa de la energía
eléctrica.
La irracionalidad/bestialidad en el manejo del
agua ha llegado a extremos inimaginables, como, por ejemplo, lo que se viene
dando en el Bajo Piura. Recordemos: esa zona debía recurrir a misas y
procesiones rogando al Altísimo hiciera discurrir el río Piura para poder
sembrar, y, cuando ello ocurría, debían operar sus plantas de bombeo, grandes y
pequeñas, para regar los campos. El concepto SEGUNDA CAMPAÑA no existía en la
zona, dado que cuando la naturaleza era benigna, las siembras del verano eran
las únicas posibles.
Sin embargo, tras la intervención de “papá
gobierno” en la zona, con la ejecución de la llamada II Etapa del Pechp o
Desarrollo del Bajo Piura, desaparecieron misas y procesiones al disponer de
agua permanente discurriendo por canales revestidos que echaron al olvido las
plantas de bombeo.
Así, entonces, cuando estaba determinado que el
arroz, como práctica cultural, se sembraría una vez cada cinco años para lavar
los suelos de modo que el algodón mantuviera muy alta productividad; desde años
atrás se viene perpetrando el crimen/barbaridad/estupidez de sembrar DOS
CAMPAÑAS de arroz al año, con lo cual tanto el rendimiento económico como el
formidable sistema de drenaje implementado, se fueron a la mismísima m…..
Que José Carlos Maza Santín, crítico del suscrito,
califique a los piuranos por la situación expuesta.