EL AGUA REGULADA (V)
Luis Gulman Checa
El valle del Chira, por ser “dueño del agua”,
¿debe seguir recibiendo gratis el AR? ¡De ninguna manera! En primer lugar,
porque el río Chira también tiene sus flaquezas y he sido testigo, décadas atrás, de cómo en los meses de diciembre y enero se perdían almácigos de arroz porque el
caudal era tan pobre que las bombas no
captaban, situación que desapareció gracias al reservorio.
También, como en el Bajo Piura, a excepción
del área atendida por el Canal Miguel Checa, los agricultores debían bombear
para regar gastando mucho dinero, por lo que no hay ninguna razón para que no
paguen el justiprecio del AR. Además,
las obras que les posibilitaron regar
por gravedad y plantar dos campañas anuales de arroz, requieren ser operadas y
mantenidas permanentemente. Entonces, si van a beneficiarse gratis de su
uso, ¿de dónde saldrán los recursos para operar y mantener?
En realidad el AR debería tener un sobre precio
por el beneficio extra prestado por la Represa
de Poechos, al haberlos salvado de varios años tan devastadores como el de 1953, primero que vi con “mis propios
ojos”. ¿Por qué? Gracias al “laminado” de puntas o avenidas. ¿Qué es eso? Una punta de 7 u 8 mil m3/seg., que antaño
destrozaba el valle, ahora es “absorbida” por el Reservorio
mientras el aliviadero de compuertas va
soltando la tercera o cuarta parte de tremendo caudal. ¿Cuánto deberían pagar
los agricultores por contar con semejante “seguro” gracias al Estado?
Digresión:
se está hablando de la “Colmatación” que, en criollo, significa que al
ser detenida el agua por la represa, los sedimentos en suspensión se precipitan
y, de a pocos, se va perdiendo capacidad de almacenamiento hasta que
desaparecerá. Este hecho, al contrario del alarmismo con que se menciona, era
sabido que empezaría a producirse desde el inicio por lo que la vida útil del Reservorio se calculó en 50 años, lapso
tras el cual
la represa quedaría reducida a una estructura de captación alimentadora del Canal
de Derivación cuando discurriera suficiente agua.
La solución está prevista desde el inicio: elevar
la cota del muro, lo que conllevaría
serias dificultades. Pero, ¿con qué dinero y para qué, si el Estado
regala el AR que se mal utiliza?