EMERGENCIAS: REALES E INVENTADAS
Publicado Diario “El Tiempo”
25-11-2015

Luis Gulman Checa

Cada  día aumenta mi convencimiento que los piuranos no tenemos remedio y seguiremos “cuesta abajo” haciendo honor a nuestra abulia, indiferencia y total y absoluta falta de identidad, al ser obvio que nada nos une, portándonos como “animalitos” del bosque ambulando cada cual procurándose el sustento.

En Piura, desde varios años atrás,  afrontamos una grave situación de emergencia directamente relacionada con el agua, mas no con la que según algunos “adivinadores” se abatirá del cielo cual maldición para destruir y arrasar con todo a su paso bajo la forma de un FEN brutal, extraordinario y jamás visto ni soñado. No es tal, estimados lectores el agua que nos amenaza, porque la real, concreta y cotidiana crisis que afrontamos es la falta de agua potable.

Una reflexión simple: cuando una pareja es bendecida con un hijo adquiere una cuna,  y si el año siguiente “repite el plato”,  requerirá otra. Igual es tanto con el agua potable como con todos los bienes y servicios indispensables: la oferta de los mismos  debe aumentar según se incrementa la población. Sin embargo, las ciudades que crecen vertiginosamente por la obligada migración del campo ante el abandono de éste, no han  incrementado la oferta de agua potable, ergo, cada día contamos con menos horas y presión  en nuestras viviendas.

Seré reiterativo con una reflexión para hacernos tomar consciencia de lo criminalmente despreocupados que somos: ¿Cómo fue posible que al concebirse y planificarse nuestras dos mega obras de infraestructura hidráulica, San Lorenzo y Chira Piura, no hubo un solo “cerebro” piurano que pensara, además de las plantas, en atender las necesidades de los seres humanos?

Para confirmar nuestra  triste condición, pensemos lo siguiente: Piura, es el único departamento que perdió su empresa de saneamiento por la incapacidad y/o corrupción  de quienes tuvieron la responsabilidad de conducirla. Sin embargo, pregunto: ¿no hubo prensa acuciosa y pensante y/u opinólogos con algunas neuronas activas, que levantaran  la voz  cuando se dieron tales despropósitos?

Cuando se constate que todo el dinero que se viene gastando en “obras de prevención” equivalió a tirarlo a  la basura (y a sucios bolsillos en porcentajes por determinar), ¿se alzará alguna voz resaltando tanto la proclividad de nuestras autoridades a realizar “obras” absurdas como su manifiesta incompetencia para acometer y resolver problemas auténticos y reales?