Lima Sede Panamericana: ¿Concha Olímpica?

LIMA SEDE PANAMERICANA: ¿CONCHA OLÍMPICA?

Luis Gulman Checa

Reafirmando mi absoluto respeto por la irrestricta libertad de opinión y, precisamente, haciendo uso de ella, señalo mi repudio y rechazo a la pretensión de que la ciudad de Lima sea la sede de los Juegos Panamericanos, debiendo decir, también, que el motivo que estaría empujando a quienes desean embarcarnos en tan ridículo y punible empeño, si queremos pensar “bien”; es el mismo que funcionaba siglos atrás en Roma: amodorrar a las grandes masas deprimidas y necesitadas dándoles Pan y Circo.

Cualquier persona con una mínima capacidad de entendimiento tendría que asombrarse al conocer las cifras que deberían invertirse si los ¿confabulados? triunfaran en su empeño, pues, como se difunde cotidianamente, a lo largo y ancho del país las necesidades insatisfechas en alimentación, salud, educación, seguridad, además de elementales servicios de saneamiento; son inconmensurables. ¿Cómo, entonces, puede haber peruanos tan insensibles y algo más, que pretendan tirar dinero público en actividad tan frívola y superflua?

El empeño empieza a oler peor cuando el nivel deportivo del país no sólo se encuentra por el suelo sino bajo tierra, de modo que no puede esgrimirse el argumento que es conveniente para que nuestros “maravillosos” deportistas, en las diversas disciplinas, arrasen en canchas, pistas y piletas encaramándose en lo más alto del “Medallero Panamericano”, pues, si esta confabulación triunfara, el ridículo que haríamos como país sería tremendo y, con absoluta seguridad, se convertiría en un hito insuperable en los récord Guiness del absurdo: organizar las justas panamericanas para terminar vapuleados.

El mañoso y falaz argumento de que sería necesario para elevar el nivel de nuestros deportistas, no se lo creerían ni quienes lo esgrimieran, porque, para ello, habría que tener alguna base. No obstante, la cruda realidad nos indica que sobran los dedos de una mano para contar los pocos deportistas que podrían competir con dignidad - lo que está muy lejos de lograr medallas -, porque estamos pagando las consecuencias de errores perpetrados décadas atrás y que los sucesivos gobiernos no subsanaron. ¿Uno de ellos? La desaparición del curso de Educación Física, antaño obligatorio en todos los planteles del país y semillero permanente de atletas y deportistas.

¿Recordar es volver a vivir? Recordemos las Olimpiadas de Roma de 1960. La FPF tenía contratado a don Jorge Orth, ex futbolista húngaro, quien se paseó por el país armando el equipo peruano para participar en el torneo pre olímpico de 1959 en Lima y que en el debut endilgó seis goles a la representación uruguaya, logrando clasificar a los Juegos Olímpicos. Este auténtico Director Técnico formó la volante (era la época del 3-2-5) con Ladrón de Guevara (Cuzco) y Yaksetig (Sullana), entre muchos otros jugadores de todo el país por la simple razón que existía “materia prima”. En cambio, ahora, así se contratara 10 señores DT como el señalado, sería imposible armar un equipo decente porque los “lechuguinos” se secaron cuando, nuestro recordado paisano y General, también destrozó el Sistema Educativo Nacional.

Si los ¿confabulados? de hogaño estuvieran de verdad preocupados por levantar el nivel de nuestros atletas y deportistas deberían seguir el ejemplo de Cuba, país que sin haber realizado inversiones medidas en toneladas de fierro y cemento, como parecería ser el principal objetivo de los nuestros, está plagado de deportistas que brillan a nivel mundial en diversas disciplinas, fruto de trabajo honesto y con sentido común.

No obstante lo afirmado, lo más perverso de esta ¿idea? es que contribuiría a agravar el maldito cáncer que asola al país: el gigantismo limeño, porque la sede de estas pretendidas justas panamericanas sería la ciudad capital que recibiría la tremenda inversión pública que se requeriría. Así, este monstruo que no termina de crecer a costa de recursos generados en todo el país, seguiría su loca e irracional expansión que cada día lo pone más cerca del colapso, por cuanto, más temprano que tarde, la ciudad de Lima explotará como un globo al que se le insufló demasiado aire. Sólo queda rogar que ello suceda lo más pronto posible.

Piura, 06 octubre del 2009.
(Publicado en suplemento "Semana" del Diario El Tiemp)