MINERIA Y NARCOTRAFICO

MINERÍA vs NARCOTRÁFICO
 
Luis Gulman Checa
 
El pasado lunes 26 apareció en el diario Perú21, una entrevista al señor Augusto Baertl, uno de los más importantes empresarios mineros del país y promotor de Antamina, en la región Ancash. Además de reiterar la importancia de la contribución de la minería al erario, puntualizó una frase que debiera hacernos reflexionar por su significado: “La Minería promueve la legalidad, el orden”.
 
Naturalmente se refería a la minería formal y legal, la que no solo paga impuestos sino que contamina mil veces menos que, por poner un ejemplo, los vehículos (que existen gracias a la minería) que, circulando a lo largo y ancho del país, contaminan la atmósfera y atentan contra nuestra salud al envenenar el medio ambiente con los gases emitidos por los motores.

Preciso, por si acaso, que al citado señor no solo no lo conozco sino es muy probable que jamás lo haga, de modo que el objeto del presente no es “pasarle la mano” sino resaltar uno de sus comentarios que nos atañe directamente:
“El país está lleno de zonas liberadas donde no hay autoridad y el narcotráfico impera. Los yacimientos de Majaz y Río Blanco, en Piura, no salen no por un problema social o por la mala relación con una empresa, sino por el narcotráfico”.
 
Otro comentario para reflexionar, no solo sobre minería sino nuestra propia realidad regional, es el siguiente:
“La regionalización de Toledo fue muy mal hecha: César Álvarez y Gregorio Santos son producto de ella. Por ejemplo, en la zona de Huari, donde opera Antamina, tenemos, por un lado, el trabajo del padre Ugo de Censi en Chacas - que promueve el desarrollo - y, por otro lado, feudos como San Marcos, que ha caído en manos de delincuentes con el nombre de autoridades…y esto no es responsabilidad de la minería”.
 
En nuestra región, ¿tendremos autoridades que podrían recibir similar calificativo?
 
No es esta la única referencia respecto al narcotráfico en Piura, pues en el diario Perú.21, edición del martes 13 de octubre del 2012, se publicó la siguiente declaración del reconocido especialista en el tema, Jaime Antezana, actualmente en el ojo de la tormenta por haber declarado que hay 10 a 12 congresistas relacionados y/o comprometidos con el narcotráfico:
 
“Hay sembríos de coca, amapola y marihuana en La Libertad, Piura, Cajamarca y Ancash”
 
Aprovechando para reiterar que no creo que el narcotráfico sea el peor de los crímenes por ser una actividad dedicada a proporcionar lo que millones de personas anhelan desenfrenadamente (por si acaso, el suscrito ni siquiera aspiró cigarrillo ni una vez en su vida), considerándolo, por ello, mucho menos punible que, por ejemplo, robar dinero de los Programas del Vaso de Leche, o entregar obras públicas a cambio de coimas atentando contra la calidad y durabilidad de las mismas; sí creo que, como colectividad regional, estaríamos haciendo el papel de auténticos infelices y/o pobres diablos si continuamos permitiendo que los narcotraficantes, defendiendo su propio negocio e invirtiendo unos centavos de sus ingentes ganancias engordando bolsillos de “líderes” anti mineros, continúen frenando la explotación de los ingentes recursos minerales enterrados en Río Blanco, atentando así contra el bienestar de nuestros hermanos de la serranía.