¿QUÉ HACER PARA FRENAR LA CRIMINALIDAD?

(Artículo publicado en la edición de El Tiempo del 14.05.2014)

Luis Gulman Checa

Lo primero es tener claro a qué sector del Estado compete la tarea,  correspondiéndole  al Ministerio del Interior a través de la Policía Nacional. En consecuencia, el Estado (Ejecutivo más Legislativo) debe proveer al sector  los recursos suficientes que le permitan cumplir  con el mandato  constitucional, es decir,   velar por la seguridad interna en el país.

“El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones”, es un aserto mil veces demostrado, como, por ejemplo, lo confirman los Serenazgos Municipales que no son “chicha ni limonada” y solo sirven para botar dinero público y, cómo no, a la autoridad local pagar compromisos de campaña empleando gente no idónea.

Otra irracionalidad al respecto está contenida en la promulgación de la ley 29611, autoritativa a gobiernos regionales y locales a realizar gastos de inversión en seguridad ciudadana, infraestructura y equipamiento, a través de convenios con el Ministerio del Interior y la PNP. Ojo: autoriza, no obliga. Ésta es otra pérfida  acción  del “Centro” succionando mañosamente  recursos  de la “Periferia”.

Pregunto a usted, estimado lector: si fuera  presidente regional o alcalde, ¿destinaría un centavo de su presupuesto para dar a la PNP lo que corresponde  atender al gobierno central? O, planteado de otro modo,  ¿repartiría dinero por la calle, cual Papa Noel, a tanto mendicante cuando en  casa sus hijos claman por pan? Jamás, de ninguna manera, respondería. Entonces, ¿cómo no decimos ni pío cuando las autoridades que hemos elegido malversan  recursos que deben destinarse en beneficio  nuestro regalándolo a extraños?

Lamentablemente, siendo la corrupción   el cáncer que nos corroe, debemos pensar  que el afán por “colaborar” con la PNP se basa en lo lucrativo que es (para   zamarros y ladrones) adquirir bienes por las consabidas “comisiones”.

Con cariño y respeto afirmo: Las autoridades locales y regionales que malversan recursos en favor de la PNP sin intención de lucrar, lindan con la deficiencia mental  ¿Por qué? Por no ser  conscientes de las múltiples carencias  que asolan a sus gobernados, para cubrir las cuales requerirían de un presupuesto diez veces mayor del que disponen.

Entonces, la respuesta a la pregunta del título es muy simple: El Gobierno, al estar las arcas del Estado rebosantes de dinero, tiene que dotar a la PNP de todo lo necesario para cumplir su labor eficientemente.