EL CONGRESO: VERGÜENZA
NACIONAL
(Piura, 07 agosto 2023)
Luis Gulman Checa
Empezaré
por la conclusión final:
El Congreso debería DISOLVERSE (de preferencia aplicando ácido
muriático) en el término de la distancia, por cuanto, cada día que perdura agiganta
el oprobio sobre la ciudadanía.
Vayamos
reflexionando: si necesariamente se postula a una curul integrando un partido
político, está claro que si un congresista renuncia al mismo
automáticamente debería perder su
condición. Sin embargo, el vergonzoso y asqueroso espectáculo que observamos en
el país desde tiempo atrás y agigantado cada vez más, como es no solo “el
cambio de camiseta” de tanto pobre diablo sino la creación de nuevos ¿partidos?
inventados por tales tránsfugas, desnaturaliza absolutamente la razón de ser de
un organismo vital en los países auténticos.
Entonces,
con semejante ejemplo desde la cúpula del, antiguamente, llamado primer Poder
del Estado, está claro que no existe ni una posibilidad que en el Perú impere
el orden, respeto a las normas y honorabilidad, tanto en el comportamiento de
la ciudadanía como, especialmente, de los funcionarios.
Plantearé
una comparación. Si el director de un centro educativo violara a una alumna de 14 años, ¿acaso no sería
destituido y encarcelado en el acto?
Sin
embargo, en nuestro asqueroso Congreso, según abundantes informaciones, se dan
violaciones; innumerables congresistas contratan su personal (en los países
nórdicos no tienen ni secretaria) con la condición que un porcentaje de sus sueldos
vayan al bolsillo del asqueroso contratante; olvidando su sagrado deber de
legislar y fiscalizar, muchos integran camarillas delincuenciales para saquear
el erario recurriendo a artimañas de toda laya, al extremo de promulgar leyes
con tal fin.
Suponiendo
que se repita el milagro que nos bendijo cuando el infeliz de Pedro Castillo se
practicó un formidable harakiri con su auto golpe de Estado; imaginamos que el
Congreso fuera disuelto. Ello sería bendición o maldición según las acciones
que se emprendieran a continuación. Veamos: de convocarse elecciones de inmediato sería una MALDICIÓN,
pues, como ha quedado evidenciado, cada vez el elegido es peor que el anterior.
Entonces, es evidente que antes de elegir un nuevo Congreso NECESARIAMENTE debe
cambiarse la legislación vigente según la cual para acceder a una curul basta
ser peruano y haber cumplido 25 años de vida, razón por la que el actual cuenta
con buen número de ignaros, delincuentes y corruptos.
Pero,
preguntémonos, dado que no hay Congreso que, constitucionalmente, es el
encargado de legislar, ¿quién diablos reformaría las normas actuales?