PEOR IMPOSIBLE
(Piura, 18 agosto 2024)
Luis Gulman Checa
¡Qué vergüenza para Piura y los piuranos! Me
refiero a la portada de la edición de “Correo” de la víspera:
CAE RECTOR DE LA UNP
POR COIMA
Sin embargo, ruego a Dios la información sea
errónea, pues, si ello quedara confirmado, debiéramos concluir que las
informaciones aparecidas desde años atrás referidas a la corrupción
generalizada en esta ¿casa de estudios?, no solo se ajustaban a la verdad,
sino, para empeorar nuestra situación, el Aparato de Justicia, Ministerio
Público y Poder Judicial, también fueron carcomidos por la corrupción por la
absoluta falta de sanciones a tales delincuentes.
Cambiemos de cristal reflexionando respecto a
la inverosímil situación que la universidad, cuya función es formar
profesionales encargados de llevar a Piura y el país al paraíso, está en manos
de viles pícaros y rateros que, en vez de dedicarse en cuerpo y alma a formar
correctamente a sus alumnos, se dedican, imitando a la gran mayoría de
funcionarios desperdigados por entes públicos de variada naturaleza, a rapiñar
el erario. ¡Malditos infelices!
Recién leí información referida a la Peste
Negra (siglo XIV) que diezmó dos tercios de la población de Europa, y, como por
ensalmo, me vino a la mente que nuestro sufrido y asolado país, también viene
siendo asolado por una gran peste, la cual, si bien no siembra calles y plazas
de cadáveres, sí mantiene a la inmensa mayoría de la población en una situación
alejada años luz de la que debería estar disfrutando gracias a los dones que
nos regaló la naturaleza, debido a la maldita peste que venimos sufriendo:
CORRUPCIÓN GENERALIZADA.
¿Qué hacer para librarnos de esta maldita plaga
que nos viene consumiendo desde muchos años atrás, la cual, para nuestra
desgracia e ignominia, avanza y se propaga ante la total indiferencia e inacción
de los entes encargados de desaparecerla/difuminarla?
Para ahondar nuestra desgracia al infinito, ni
siquiera contamos con un Pastor, pues, quien fungió varios años como arzobispo
(que ahora debiera estar a la cabeza de los fieles rogando a nuestros Cristos y
Vírgenes, se apiadan de nosotros librándonos de estos delincuentes), poco
tiempo atrás fue dado de baja, por cuanto
(el suscrito, años atrás, hizo público que el movimiento que integraba era una
mafia corrupta que había “roto manos”, a diestra y siniestra, entre nuestras
autoridades), ahondando nuestra desgracia al infinito, de santo no tenía ni un
mísero pelo.
Así, entonces, ¿quién, sino un General bien
nacido y auténtico patriota, es la única carta que nos queda para salvarnos del
abismo?