¿PIURANOS DISTINGUIDOS?

 

(Piura, 25 agosto 2025)

 

Luis Gulman Checa

 

Confieso haber pensado y analizado largamente si tocaba o no el tema del epígrafe, referido, obviamente, al ¿Merecido reconocimiento a siete piuranos ilustres en una ceremonia de amistad y gratitud por su invalorable aporte profesional a favor de la comunidad piurana?; según se apreció en la página 12 de la edición de “La Hora” del pasado sábado 24.

 

Por más que me “rompí el coco”, salvo el caso de Dionisio Romero (quien no concurrió a recibir el “premio”) por su labor, en unión de otras distinguidas y dignas personas, para hacer realidad la creación de la Universidad de Piura; no hallé ningún hecho que justificara las otras distinciones.

 

Digresión:

 

Cuando tomé conocimiento de esta ¿premiación?, lo primero que me vino a la mente fue lo siguiente:

 

Mi primo Emilio Hilbck Eguiguren debe haberse retorcido en su tumba de furia y desencanto al reconocer a uno de los distinguidos.

 

Si alguien tuviera interés en identificar al aludido, le recomiendo preguntar a Juan Ricardo Palma Lama o a Paquita León Riofrío de Urteaga.

 

Vayamos comparando a los flamantes ¿prohombres? piuranos con los auténticos merecedores de tan gran distinción. Don Carlos Schaefer: adquirió los inmuebles para construir la plazuela Merino, por cuanto, solo había un callejón para acceder tanto a la iglesia de la Virgen del Carmen como al Colegio San Miguel. ¿Eso fue todo? Claro que no, pues, cuando hubo dificultades para cancelar la construcción del antiguo Puente Viejo, saldó la cuenta con su propio dinero.

 

La plazuela Merino erigida en memoria del pintor piurano Ignacio Merino, quien no solo legó su patrimonio a Piura sino solventó la construcción del puente original que unió Piura con Castilla.

 

Más modernamente, recordemos un piurano de corazón nacido en Italia, Don Bruno De Marzi, no solo fundador de la Mutual Piura sino verdadero padre de la Urbanización Santa Isabel, cuyo trazado es envidiable, y, lastimosamente, posteriores desarrollos no siguieron su ejemplo mostrando calles que, realmente, merecen el calificativo de callejones. No quedó satisfecho con ello, pues, luego, construyó un desarrollo similar en Paita.

 

En concreto, en mi opinión, acabamos de ser testigos de una payasada.