Reflexión
para los conductores.
¿MATAR O MORIR?
(Piura, 11 agosto del 2015)
Luis Gulman Checa
Los diarios de la fecha informan de un
accidente acaecido el día de ayer a últimas horas de la tarde en el Km. 29 de
la carretera panamericana antigua, cuando un bus que viajaba de Piura a
Canchaque, con 33 pasajeros a bordo, por evitar arrollar un taxi colectivo que,
intempestivamente, intentó dar una vuelta en redondo, se despisto y volcó
quedando destrozado.
¿El resultado? Un pasajero del bus fallecido
y los restantes 32 con heridas de consideración variada debido a las vueltas de
campana y, obviamente, el responsable del accidente, el conductor del taxi
colectivo, ileso y fresco como una lechuga. ¿Qué opina, estimado lector, de la
actitud del conductor del bus? ¿Actuó
correctamente o debió llevarse por delante al imprudente conductor del taxi
colectivo?
Para mí la respuesta es obvia, por cuanto
solo un demente pone en riesgo la vida de decenas de personas por evitar hacer
daño a un imprudente y/o anormal. ¿Usted qué dice? Claro, es distinto opinar
fría y tranquilamente como lo hago ahora y otra es cómo se actuará a la hora de los hechos.
Sin embargo, estas reacciones son
reiterativas, pues muchas veces se han producido accidentes con graves y hasta
mortales consecuencias porque los choferes pretendieron eludir reses, equinos
y/o hasta animales menores como perros y chanchos, lo cual, obviamente, es una
barbaridad. ¿Por qué? Por cuánto lo peor que puede suceder al impactar directamente,
con el timón bien asido y sin frenar contra cualquiera de estos animales, es
averiar el vehículo en grado indeterminado - según el obstáculo - sin que los
pasajeros sufran mayor daño.
Digresión: Tengo experiencia, pues he
impactado contra una burra y un chancho.
Claro, podrá decirse que arrollar una vaca es
distinto a llevarse por delante un vehículo pequeño con una persona dentro,
pero, como casi siempre en la vida hay que sopesar las circunstancias y actuar
en consecuencia, por lo que el conductor del bus accidentado el día de ayer,
antes de evitar el choque, debió pensar que su primera prioridad era proteger a
sus pasajeros aunque tuviera que liquidar al imprudente que se le cruzó en el
camino.
Finalmente, si hubiera estado escrito que
alguien tenía que morir ayer en ese lugar, ¿acaso no debió ser el chofer del
taxi colectivo?