PUTREFACCIÓN
ABSOLUTA
(Piura, 07 julio 2021)
Luis Gulman Checa
No me refiero a nuestra asolada/rapiñada Piura
sino al país entero, pues, como está claro hasta para un ciego, LA SITUACIÓN
QUE ATRAVIESA EL PERÚ NO DA PARA MÁS, ergo, habría que estar absolutamente divorciado de la realidad para continuar con
el interminable sainete del proceso
electoral que nació muerto desde el instante en que contó con más de VEINTE
candidatos.
Con los pies en el suelo y llamando al pan pan
y al vino vino, ¿será pasible de ser calificada como m/m racional y/o pensante
una persona que crea en un futuro esplendoroso para nuestro Perú gobernado por
el candidato del sombrero?
Reconozco que ello no es imposible como lo
prueban hechos sucedidos en el pasado, como, por ejemplo, el Maná caído del
cielo para alimentar a los israelitas, o, también, el milagro debido a nuestra
santa Nadine (*) cuando le reformuló
el cerebro a su esposo tan luego fue electo. Sin embargo, entraña inmenso
riesgo el esperar otro milagro que nos salvara si el citado asumiera por cuanto
los mismos, como está demostrado, suceden muy de vez en cuando.
Cambiando de cristal, para nuestra desgracia,
el Perú, teniendo todo a la mano para ser un país de ensueño si sus pobladores fueran
seres pensantes, inteligentes y unidos, es decir, todo lo contrario a nuestra idiosincrasia;
muestra un estado comparable al de un ser humano asolado por la sífilis, el
sida, el Covid, el cáncer generalizado y, además, los cuatro miembros
gangrenados. Siendo así, ¿habrá algún genio de la medicina capaz de devolverle la salud al imaginario
ser descrito representando al Perú?
La cruda y triste realidad nos dice que ser tan
desdichado, inevitablemente, terminará en la tumba más rápido que
inmediatamente, tan igual como sucedería, figuradamente por cuanto los países
no se sepultan, con el Perú si se diera la desgracia de caer en las garras del
candidato del sombrero, el cual, también hasta para un ciego, llevaría el país
al desastre imitando a los incalificables sátrapas y rateros que arruinaron
Cuba y Venezuela (entre otros).
Ante la abulia generalizada de quienes tienen
la capacidad de poner orden en el país (fatalmente el suscrito está inerme),
hace días vengo rogando al Señor nos haga el milagro de resucitar a Miguel Grau
y a Francisco Bolognesi quienes dieron la vida en defensa de la patria y, sin
la menor duda, volverían a sacrificarse por ella poniendo orden. Sin embargo,
ante lo improbable que ello suceda, ¿no hay ni un ser digno de hacer tan imprescindible
tarea entre tantos “engalonados”?
(*) Actualmente
absurdamente acusada de rapiñar el erario cuando JAMÄS fue funcionaria ni tuvo
capacidad de decisión.