RICARDO GARECA: MIS RESPETOS

 

(Piura, 06 julio 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

Para explicarlo en pocas palabras, formularé la siguiente reflexión:

 

Si nuestros políticos tuvieran una pizca del aplomo, seriedad, profesionalismo y entendimiento de la  naturaleza del hombre, virtudes que brillan en el citado, nuestro país, en vez del desastre en el que se debate, sería un maravilloso remanso de paz y bienestar.

 

¿Exagero? Ni un ápice, pues, la pasada noche, RG reconfirmó ser una persona extraordinaria tanto al armar el equipo que enfrentaría al poderoso Brasil - habida cuenta la suspensión de uno de sus pilares - para colmo, anfitrión; como también con las sucesivas variantes que dispuso durante el desarrollo del encuentro.

 

En la primera etapa Brasil dominó a su antojo y, si bien terminó apenas con un gol de ventaja, la providencia y buena fortuna evitaron que conquistara 3  o 4. El sentido común indicaba que en el segundo tiempo estábamos próximos a soportar una goleada del nivel de la sufrida en el enfrentamiento anterior, sin embargo, como por ensalmo, el panorama varió radicalmente y el poderoso y orondo scratch pasó de dominador a dominado por un equipo peruano que no le dio tregua y, boxísticamente,  lo tuvo contra las cuerdas.

 

Lo justo hubiera sido que lográramos el empate y fuera en los penales donde se decidiera el ganador. Sin embargo, como es sabido hasta el hartazgo, en el fútbol no imperan la lógica ni la justicia y Brasil, limpiamente, accedió a la final.

 

Sin embargo, RG, reconfirmó ser poseedor de una visión similar a la del hombre de acero, Superman, y/o dotes como las del ilusionista Houdini, como quedó demostrado con varias sustituciones que ordenó apareciendo ante nuestros ojos (por los menos a los del suscrito) caras nuevas y algunas tan jóvenes que daban la impresión recién habían dejado los pañales.

 

Digresión:

 

La habilidad de RG para descubrir talentos que nadie veía, me trajo a la mente a Don Jorge Orth que estuvo entre nosotros antes del nacimiento del argentino.

 

Otra de sus virtudes es el pragmatismo, pues, para él no hay ídolos/dioses intocables a los que solo el paso de los años alejará del puesto, siendo  muestra reciente de ello los reemplazantes, por ejemplo, de Guerrero y Trauco

 

No obstante, siendo humano e imperfecto, tiene una manía que ha perjudicado gravemente al equipo: Su insistencia en disponer   que Christian Cueva continúe ejecutando penales.