ABUSO Y MALTRATO CONTRA LA MUJER

 

(Piura, 24 noviembre 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

No se trata de que algunos hombres releguen a la mujer a segundo plano haciendo y deshaciendo a su antojo tanto en el seno familiar como al momento de adoptar decisiones trascendentes para el futuro, sino, literalmente, emprenderla a patadas y puñetes contra ellas e, incluso, quitándoles la vida.

 

Para vergüenza de los piuranos de bien, “Correo”, edición de la fecha, nos hace saber que no solo los corruptos han crecido como la espuma en nuestra tierra sino también los reales “hijos de puta”, en el peor sentido del término, que agreden a las mujeres. Así, según el Ministerio Público, en el presente año y hasta la fecha se han registrado 13,588 casos de tales agresiones, revelando que, fatalmente, también hemos ¿avanzado?, dado que el año 2020 solo se registraron 9,359 denuncias.

 

Pero, debemos preguntarnos cómo es posible que habiendo sido estos casos denunciados la autoridad (in) competente no haya actuado ipso facto sancionando como corresponde a los agresores, por cuanto, es obvio que si así lo hubiera hecho el número de criminales, en vez de elevarse, se hubiera minimizado o desaparecido.

 

Imaginemos una portada de “Correo” con la siguiente información:

 

Turba desenfrenada atacó a un hombre que la había emprendido a patada limpia contra su pareja en plena calle dejándolo convertido en carne molida, pues, literalmente, lo hizo puré convirtiéndolo en un guiñapo asqueroso.

 

Teniendo en cuenta que la supuesta autoridad ESTÁ PINTADA EN LA PARED y, asimismo, LA VOZ DEL PUEBLO ES LA VOZ DE DIOS, ¿acaso no sería justo y natural que el señalado titular debiera hacerse realidad?

 

Sorprenden declaraciones de un funcionario ufanándose de la labor de la entidad a su cargo al despertar la consciencia de las féminas llevándolas a denunciar al agresor, razón por la que las estadísticas van en crecimiento. Según esta persona, si no se denuncian la violencia va incrementándose pudiendo llegar al feminicidio, recomendando incrementar el número de casas refugio.

 

Como siempre se opta por TOMAR EL RÁBANO POR LAS HOJAS siendo claro hasta para un ciego que la obvia medida es capar sin anestesia, dejándolos morir desangrados,  a estos bestias con apariencia humana.