TRABAJEN  POLICÍAS

 

(Piura, 22 noviembre 2021)

 

Luis Gulman Checa

 

“Correo” da cuenta de un accidente más originado por exclusiva responsabilidad de la PNP - en el entendido que tiene a su cargo hacer cumplir las reglas de tránsito -, al haber colisionado en la carretera Panamericana un automóvil y una moto taxi a horas 23.00, ergo, casi media noche.

 

Aunque la información no lo detalla, debe suponerse que el automóvil se llevó por delante al vehículo menor, por cuanto, de haber sido frontal, en vez de dos personas heridas, ipso facto se hubieran sumado dos occisos más  a la lista.

 

Aunque sería difícil determinarlo habida cuenta el golpe sufrido en la retaguardia por el vehículo menor, tanto el sentido común como el cálculo de probabilidades indican que carecía de luces de peligro como la gran mayoría de ellos, deducción elemental dado que si hubieran funcionado correctamente el conductor del automóvil se hubiera percatado de su presencia y no se habría producido el percance.

 

En consecuencia, ratificando lo que vengo sosteniendo desde tiempo atrás, en nuestro asolado país no imperan la ley ni la justicia por cuanto los irresponsables y/o auténticos suicidas, en vez de ser reconocidos y sancionados como tales cuando reciben su merecido, como sin duda sucedió en el caso comentado, son endiosados y considerados víctimas inocentes de desaprensivos, despiadados y/o criminales conductores de vehículos mayores.

 

¿Acaso los miembros de la PNP desconocen que tanto las moto taxis como también los moto furgones tienen vedado el transitar por carreteras?

 

La razón de tal prohibición salta a la vista por cuanto las citadas vías son rápidas, es decir, construidas para que circulen vehículos a altas velocidades, mientras los ya citados menores lo hacen a ritmo de tortuga por lo que, además de entorpecer la circulación, se convierten en reales bombas de tiempo como lo demuestran los continuos accidentes que generan en carreteras.

 

Personalmente me siento invadido por gran vergüenza ajena cuando observo a incalificables policías cómodamente instalados en un patrullero estacionado a la vera de una carretera que no mueven ni un dedo cuando pasan ante sus narices moto taxis y moto furgones, la mayoría claramente sin luces de peligro. Así, con semejante inconducta, estos falsos servidores de la ley devienen en reales responsables de la multiplicación de occisos en las carreteras.

 

La única forma en que estos vehículos pudieran circular por carreteras sería cumpliendo los mismos requisitos impuestos para los que llevan cargas pesadas y/o muy voluminosas yendo a paso de tortuga. Por ello, tanto en la delantera como en la retaguardia circulan vehículos con grandes carteles anunciando su presencia para evitar accidentes.