SANTIFICANDO
CRÍMENES
(Piura, 13 noviembre 2021)
Luis Gulman Checa
“El Tiempo”, edición de la fecha, trae la
¿buena nueva? que la refinería de Talara empezará a operar el próximo mes de
abril al hallarse la “obra” al 96.4% de avance, ergo, casi lista.
La ampliación de la información arroja flores y
mieles sobre lo que en realidad es una burda estafa/robo al país, como lo han
asegurado permanentemente a lo largo del tiempo diversos entendidos en el tema
demostrándolo con cifras, situaciones y ejemplos al alcance del entendimiento
hasta de un pollino.
Días atrás, el 1° del presente mes, en “El Comercio” apareció con un panegírico endiosando el
segundo peor desastre obra del “Atila” peruano, Juan Velasco Alvarado, como
bien merece calificarse Petroperú, monstruoso ente que, solo superado por la
maldita Reforma Agraria, a lo largo de los años ha significado un pesado lastre
y/o barril sin fondo saqueando el erario.
PETRO-PERÚ EN EL “UPSTREAM”
La estatal regresa a la explotación de petróleo y gas.
¿Está preparada?
Para los neófitos como el suscrito, la
definición de upstream: “Abarcar todo el proceso en la industria del petróleo,
desde la evaluación geológica de las reservas a la canalización de las materias
primas a la superficie y la entrega final en forma refinada”. Es decir, en criollo, sacar el petróleo del
subsuelo y entregar los derivados en estaciones de servicio.
¿Cuán tarado/deficiente mental se requiere ser
para defender y hasta endiosar a un engendro como Petroperú responsable, entre
muchos otros desmanes - como el tremendo edificio cuando los gringos disponían
de un modesto piso - del brutal robo inmerso
en la maldita modernización de la refinería de Talara?
Sería bueno que los expertos/entendidos nos
ilustraran a los ignorantes cuál fue la raíz del odio/animadversión de “El
Comercio” contra los gringos asentados en la zona petrolera de Piura por
décadas para beneficio y bienestar de sus trabajadores, los que disponían de un
perfecto y permanente servicio de agua potable y tuberías que entregaban gas en
sus domicilios. No solo ello, pues, además de que muchos piuranos de mi
generación vieron la luz en las clínicas u hospitales petroleros por la obvia
gran atención a las parturientas, también funcionaban Súper Mercados en los que
podían adquirirse bienes impensados en la zona.
Rememoremos los entretelones de la fatídica Página 11, en mi opinión tan intrincado
como el asesinato de Luis Banchero (ojalá alcance a leer las memorias de
Eugenia), que el diario aireó al extremo de alabar tanto el golpe de octubre de
1968 como la inmediata expectoración de los gringos.
Una prueba más del maridaje entre el diario y
Petroperú lo tenemos en un hecho, aparentemente, trivial y desapercibido como
fue la súbita desaparición de los artículos dominicales en “Perú.21”, anexo de
“El Comercio”, de Ricardo Lago, reputado
economista español con muchos nexos con el Perú, realmente ilustrativos para
cualquier mente, luego de disparar varios certeros y reveladores dardos contra el real robo en marcha en la
modernización de la refinería.
Ricardo: por favor,
cuéntanos qué sucedió.
Ahora, nuestro decano, siguiendo los pasos de
“El Comercio”, diario que más parece chileno que peruano (recordemos la guerra
a Aero Continente y la entrega de nuestros cielos a LAN), olvidando que los
piuranos, una vez más, fuimos utilizados para esquilmar el erario, en vez de
denostar contra el crimen perpetrado en Talara, lo santifica.