PIURANOS: PEDIGÜEÑOS Y LLORONES

 

(Piura, 05 abril 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

Vergonzosa e insultante para los piuranos de bien la portada aparecida en la edición de “El Tiempo” de la fecha:

 

“Hay mucha indolencia del Estado hacia Piura”

 

Defensor del Pueblo constata la indiferencia estatal ante sufrimiento de familias que conviven con agua de lluvia y desagües.

 

Arzobispo Eguren (olvidando por enésima cuáles son sus  deberes): “Piura no merece este abandono. Toca ser solidarios y exigir que el Gobierno (¿Dina?) cumpla sus promesas”.

 

Los únicos responsables de los inconvenientes que vienen ocasionando las vivificadoras lluvias que nos están bendiciendo, somos los piuranos, quienes, desde décadas atrás, recibimos el derecho de elegir nuestras autoridades, la gran mayoría de las cuales son las únicas culpables de que Piura, en vez de desarrollarse ordenada, racional y técnicamente, lo hizo irracional y estúpidamente, verdadera razón de que las lluvias le jodan la vida a tanta gente.

 

¿Acaso el Estado (Lima y/o el Gobierno Central) es el responsable de que calles y avenidas de la ciudad estén tapizadas de baches y huecos obligando a circular los vehículos a mínima velocidad, o, por lo contrario, somos los piuranos, por haber elegido ignaros, corruptos e incompetentes para dirigirnos desde diversos cargos de gobierno durante las últimos décadas?

 

Demostrando que el despelote generado en Piura es inconmensurable, repasemos lo declarado por el presidente de la Cámara de Comercio: “Ignacio Merino debe tener un sistema de bombeo mucho más potente del que tiene. Se deben colocar bombas industriales (¿), porque  las que están ahí son muy pequeñas porque botan muy poca cantidad de agua por más que hayan puesto cuatro. Con bombas industriales de mayor capacidad, se puede recuperar la zona en horas y no en días. Ahí hay que demandar a la ministra que ponga los medios y recursos”.

 

¿Acaso las ciudades no están bajo el mando, control y gobierno de las autoridades locales? Si así fuera y en Piura, por décadas, hubiéramos contado con las mismas ejerciendo sus funciones, ¿por qué diablos un ministro fungiría de bombero al desatarse un “incendio” en algún lugar, cuando, el mismo cuenta con su propio mata fuegos?

 

Si alguien dijera que los gobiernos locales carecen de recursos sería una gran falacia por cuanto no solo disponen de presupuestos sino que, con nuestra maldita connivencia, tienen sus planillas plagadas de inútiles e innecesarios.