SEÑOR: ¡APÍADATE DE NOSOTROS!

 

(Piura, 10 noviembre 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

Te ruego seas misericordioso enviándonos autoridades dignas de ser llamadas así, pues, como lo demuestra nuestra triste y lamentable condición, ubicada en el polo opuesto que debiéramos ocupar en atención a las formidables riquezas y posibilidades con las que nos bendijiste; elección tras elección nos hundimos más profundamente en el pozo del atraso debido tanto a la absoluta falta de idoneidad como a la corrupción de los elegidos.

 

Me motiva una llamada en la portada de “El Tiempo”, edición de la víspera:

 

En diciembre MPP iniciaría obras en cuencas ciegas.

 

Tedioso. Esperan tuberías y electrobombas para excavar piscinas de tormentas.

 

La obvia BESTIALIDAD es iniciar una obra en el mes de diciembre, es decir, ad portas del inicio del probable período de lluvias (no me refiero en absoluto al infame circo vigente referido al anunciado BRUTAL NIÑO para ahorita no más), pues, como es público, en Piura suele llover, con variada intensidad, en los meses de verano. Ergo, se requiere ser una BESTIA CONSUMADA para poner en marcha una obra en el mes de diciembre.

 

¿Cuándo deben iniciarse las obras? Tan luego termine el período en el que suele llover, es decir, generalmente en el mes de abril. Por ejemplo, me viene a la memoria una obra construida por el PECHP en la época que ejercí como gerente general: El Sifón del Chira, obra formidable que desterró para siempre la Tapa de  El Arenal. Arrancó en abril y, gracias a Dios, la crecida del río Chira llegó al día siguiente que se habían concluido los trabajos en el cauce. Pero, reflexionemos: ¿Qué calificativos debiera haber recibido quien dispusiera el inicio de tales trabajos en el mes de diciembre?

 

Respecto a las PISCINAS DE TORMENTAS mencionadas como parte de las citadas obras, debiéramos preguntarnos quién o quiénes han elaborado los respectivos Expedientes Técnicos, pues, recordando tanto la DESTRUCCIÓN DE LAS CALLES DEL CENTRO DE LA CIUDAD como también la de la Plaza de Armas, ambas a cargo del mismo ente, no mereceríamos el perdón de Dios si permanecemos “cruzados de brazos” permitiendo que la MPP, claramente  incapaz, asuma tarea que, obviamente, no está a su alcance.

 

Finalmente, el tan mentado Colegio de Ingenieros, filial Piura, no se ha expresado públicamente respecto a la pretensión de la MPP de solucionar los problemas que aquejan a quienes viven en tales depresiones. Opine, señor decano.