El fulgurante despegue de Alas Peruanas.

Luis Gulman Checa

Antes de entrar en materia y para evitar malas interpretaciones, considero que la proliferación de “universidades” en el país, a raíz de legislación promulgada durante el fujimorato y que ningún gobierno posterior osó revisar; es a la educación superior lo que Clae fue para los ahorristas. No obstante y en honor a la verdad, recordemos que no sólo la creación de Carlos Manrique fue intervenida por el Estado sin que jamás hubiera incumplido un compromiso con sus “inversionistas”, sino que, él mismo, poco tiempo atrás había sido reconocido y públicamente homenajeado como el empresario peruano del año.

En la hora actual, a raíz de circunstancias que nada tienen que ver con la educación, la Universidad Alas Peruanas y su gestor y rector, Fidel Ramírez Prado - cuya existencia era ignorada por el suscrito hasta desatado el escándalo -, se encuentran en el vórtice de una formidable tormenta mediática sustentada en la siguiente imputación: “No es aceptable que una universidad fundada el 27.02.98 con un capital de S/. 1,000.00 (Un mil nuevos soles), el 91% del cual fue suscrito por FRP, lo incrementara, a mayo del 2007, a 168 millones de soles”. Como factor agravante de este impresionante éxito empresarial, se menciona que el gestor era un suboficial del Ejército con S/. 400.00 de sueldo.

Éxito tan rotundo, de primera intención debería ser mirado con buenos ojos, como se hizo con otras personas que también pasaron de la nada a la cima porque guardaban atributos dormidos, los que, por diversas y/o fortuitas circunstancias, fueron activados en su provecho y beneficio. Ejemplo típico y emblemático de ello sería Gisela Valcárcel, quien, por méritos propios, pasó de la base a la cúspide de la famosa pirámide socio económica. ¿Acaso FRP debe ser escarnecido porque, además de no tener pinta de artista de cine, nunca usó trajes de lentejuelas?

En este escándalo mediático - con evidente intencionalidad política al basarse en atenciones brindadas por la universidad a Magistrados y Congresistas - hay que separar la paja del trigo. ¿Es delito tipificado y sancionado por la ley invitar y agasajar a una persona, al margen del cargo que ésta ostente? Si no lo fuera, ¿qué puede imputársele a FRP por hacer y deshacer legalmente con su propio dinero? Caso distinto es el de quienes recibieron las atenciones a pesar que tampoco habrían incurrido en delito, por cuanto, por su representatividad, la opinión pública sí tiene el derecho de someterlos a escrutinio.

Personalmente reconozco estar impresionado por las cualidades empresariales de FRP, lo que, además, ratificaría que ninguna persona, aunque fuera un modesto suboficial del Ejército como desdeñosa y peyorativamente se ha señalado, está impedida de ascender a la cima, especialmente en un país tan convulsionado y mezclado como el nuestro. Si Alejandro Toledo, de su originaria Cabana y posterior paso por Chimbote como lustrabotas conquistó la Presidencia de la República, ¿por qué, FRP, no puede alcanzar éxito como empresario?
Debería llamar la atención que el periodismo - en vez de indagar cómo se posibilitó tan meteórico ascenso recurriendo al propio FRP, desde que no se ha insinuado siquiera el uso de recursos sucios como podrían ser los provenientes del tráfico de drogas o infames negociados con fondos del Vaso de Leche ni, menos aún, grandes coimas recibidas por sobre valoraciones de alguna de las tantas obras públicas en marcha y por nacer en el país - haya tomado el camino de denigrar y acusar sin exhibir prueba alguna, echando sombras sobre quien, como parecería hasta la fecha, sería un formidable empresario que bien podría hacernos recordar al incomparable Luis Banchero Rossi, quien, no lo olvidemos, empezó como un modesto vendedor de lubricantes.

Felizmente, según informaciones propaladas como “agravantes” de este meteórico ascenso, como todo empresario de polendas, FRP tampoco tiene todos los huevos en una sola canasta, dicho ello figurativamente, estando incurso en diversos empeños, entre ellos - siguiendo también la huella del ya citado Luis Banchero - el de la aviación comercial. Aprovecho para hacer una invocación al Altísimo para que continúe guiándolo y favoreciendo de modo que alcance en este proyecto similar o mayor éxito al logrado con la UAP. Si así fuera, los peruanos de bien tendríamos que agradecérselo eternamente porque los cielos del Perú volverían a ser surcados por naves con nuestra bandera, lo contrario a la oprobiosa y vergonzosa situación actual.

Finalmente y por lo que al suscrito respecta, ruego a Dios seguir guiando a FRP.

Piura, 16 diciembre del 2009.
(Publicado en Suplemento Semana el domingo 20 de diciembre)