PROYECTO ALTO PIURA: ¿MITO O REALIDAD? - ( I )

Artículo I.

Luis Gulman Checa

Mi trayectoria durante el pasado cuarto de siglo abogando por el desarrollo del valle del Alto Piura a partir de la derivación del río Huancabamba, demostrada no sólo por mi gestión como funcionario sino también por numerosos artículos publicados, casi todos en este diario, exigiendo su ejecución o protestando por su postergación con argumentos irrebatibles; debería eximirme de precisar que mi único objetivo, al escribir esta serie de artículos, es que la opinión pública conozca las reales trabas que lo frenan impidiendo su concreción.

Mientras me fue posible desplegué los mayores esfuerzos para que el Presidente Regional disponga una correcta gestión del Proyecto. Igualmente alerté, desde el 2007, a instancias superiores de gobierno. Finalmente, hice lo indecible para informar directamente al Presidente de la República chocando contra una barrera infranqueable. Entonces, no pudiendo callar cuando el desarrollo de Piura se ha subordinado a rastreros apetitos, opto por esta vía anteponiendo el interés regional a cualquier mezquino cálculo político o partidario.

No puedo garantizar lo que el Presidente Regional - quien carece de preparación técnica y administrativa - piensa al respecto, pero, “estando el camino al infierno empedrado de buenas intenciones”, la gestión del Alto Piura es un buen ejemplo de dicho aserto, más aún cuando nosotros mismos colocamos rocas en vez de piedras. Así, habiéndose podido convocar el proceso de selección para Ejecución de Estudios y Obras a partir del 10.05.07, recién el 20.08.09, luego de desperdiciar 27 meses y amparándose en un Expediente Técnico que no sirve para nada, se logró un aparente avance con la convocatoria formulada por Unops. Sin embargo, durante el tiempo perdido, nuestro directo rival por el uso del agua del piurano río Huancabamba, el Proyecto Olmos, casi concluyó la perforación de su propio túnel.

Otra muy mala señal viene del Presidente de la República quien asumió la gestión de Olmos. Es así que, el 05.06.09 visitó las obras de la Presa Limón ponderando y magnificando los grandes beneficios que Olmos reportaría al Perú. Para nuestra desgracia, en el Mensaje del pasado 28 de julio anunció la II Etapa de Olmos con 50,000 Has. llegando a las 93,000. Entonces, ¿qué agua quedaría para nosotros si toda iría para allá?

Además, los lambayecanos etiquetaron el Alto Piura como absurda pretensión piurana atentatoria contra Olmos y el buen uso de los recursos públicos, “porque un país pobre no puede tener dos túneles separados por sólo 60 Km”, añadiendo que el suyo dispone de capacidad para transvasar el agua requerida por ambos, entregándonosla luego de turbinada en las CC HH olmanas.

Conocemos las trampas encerradas en los argumentos lambayecanos pero éstos son efectivos y efectistas, sonando, además, como música celestial en los oídos de los burócratas del MEF, quienes, por obvias razones, lo último que desean, luego de la “gran estafa olmana” que ellos por presiones, connivencia o sabe Dios qué razones, avalaron; son acérrimos opositores a la ejecución del Alto Piura, a lo que coadyuva la falta de capacidad e idoneidad de quienes tienen la responsabilidad de gestionar nuestro Proyecto.

Se dirá que estoy equivocado porque el Mandatario “trajo un cheque por S/. 75 millones para iniciar las obras”, con manifestación y condecoración incluidas. No obstante, él, además de Presidente es político y su venida calmó los ánimos, quedando su visita como un mero gesto de buena voluntad porque los recursos públicos no se reparten con cheques que porta el Presidente en el bolsillo, por más Presidente que sea. Además, fue por su propia decisión, expresada por el D. S. Nº 055-2007-MEF, del 10 de mayo del 2007, que las obras de cabecera del Alto Piura quedaron aptas para ejecutarse al ser exoneradas de la previa aprobación por el Sistema Nacional de Inversión Pública. En consecuencia, si hasta la fecha fuimos incapaces de empezar a construirlas y los lambayecanos nos ganaron la carrera, no es responsabilidad de AGP sino, única y exclusivamente, de nuestras ¿sólo incompetentes? autoridades locales.