HOSPITALES, COLEGIOS, CARRETERAS …..

 

(Piura, 03 diciembre 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

El día de mañana los piuranos hábiles deberán acudir a las urnas para determinar cuál de los dos aspirantes regirá nuestro destino los próximos cuatro años. Con franqueza,  será una tarea  ímproba para los sufridos electores -  habida cuenta lo fatales que fueron sus decisiones desde que tan nefasto sistema se puso en práctica varios años atrás - por cuanto ambos los han atiborrado de promesas y compromisos, al extremo que, si el elegido llegara a cumplir un mísero 30% de lo ofrecido, nuestra tierra quedaría pisándole los talones al bienestar imperante en países auténticos.

 

Con franqueza, reitero mi escepticismo y desilusión por cuanto ninguno de los dos cumplió con lo que debería ser norma obligatoria: ANUNCIAR QUIENES LOS ACOMPAÑARÍAN EN EL DESEMPEÑO DEL CARGO. ¿Por qué? Por la simple razón que no hay persona en el mundo que domine todos los temas que deben barajarse en el gobierno y conducción de un territorio como el de nuestra ubérrima, aunque fatal y estúpidamente desperdiciada, Piura.

 

Felizmente para mí, debido a los años que cargo sobre mis espaldas, no estoy obligado a acudir a las urnas, ergo, me abstendré de votar. Así, entonces, sea lo fuere que suceda en Piura, para bien o para mal, no recaerá sobre mi consciencia si el infierno se abatiera sobre nosotros, ni, tampoco, podré vanagloriarme de abrírsenos las puertas del paraíso.

 

Como bien dice el aserto: “Caras vemos mas corazones no conocemos”, hubiera sido ideal que un aquelarre de brujos de las Huaringas hubiera hecho público lo que guardan los corazones de los postulantes. Así, si bien uno de ellos es conocido por cuanto ya tuvo la oportunidad de desempeñar no solo el cargo sino que, también, bajo el gobierno de Javier Atkins, fue el mandamás del PEIHAP, pésima, ignara y corruptamente conducido; el otro, para mí, es absolutamente desconocido. Sin embargo, sí me he informado de las graves acusaciones que le han ido endilgando en las - ¿benditas o malditas? - redes sociales.

 

Si de mí hubiera dependido, descartaba la elección del día de mañana optando por una medida acorde con nuestra triste realidad  en lo referido a la capacidad de nuestras gentes para ejercer la democracia a través del voto (demostración indiscutible de lo cual, a nivel de país, es el esperpéntico individuo que aupamos a Palacio de Gobierno), optando por dejar en manos del Señor o del destino tal decisión. ¿Cómo? Lanzando una moneda al aire.

 

Si así hubiera sido, las ventajas saltan a la vista: a) El ahorro de ingentes sumas de dinero tirado/desperdiciado en las campañas proselitistas de los candidatos, ofreciendo el oro y el moro sin explicaciones ni justificaciones; b) Los insultos y “patadas en las canillas” propinados entre ambos y c) El ahorro del Estado en la segunda vuelta.