¿REÍMOS O LLORAMOS?
(Piura, 22 diciembre 2022)
Luis Gulman Checa
Me refiero a la información propalada en la
edición de “El Tiempo” de la víspera tal y como si se tratara de un hecho
normal, racional o cotidiano, cuando, en realidad, se trata de una absoluta
irracionalidad, comparable, por ejemplo, a que un grupo de personas se
declarara en huelga de hambre hasta que se cumplan sus deseos de visitar la
luna.
Agricultores exigen
pozos con paneles solares para paliar sequía.
Proponen construcción de150 pozos en el Alto Piura para
contrarrestar ausencia de lluvias en corto, mediano y largo plazo.
Lo he señalado varias veces pero debo
reiterarlo: “La condición de sequía o
lluvias escasas es perfectamente normal en el Alto Piura”. Ergo, una o
varias temporadas secas no implica ninguna tragedia o descalabro, siendo, por
lo contrario, excelentes años de productividad agrícola.
No obstante, la zona - hoy por hoy con la esperanza de contar con el agua del río
Huancabamba para mejorar el riego postergada sabrá Dios por cuántas décadas más
- es la más segura para realizar agricultura gracias al formidable reservorio
natural a su servicio: EL AGUA DEL SUBSUELO, imposible de ser tirada o desperdiciada
como sucede con las guardadas en San Lorenzo y Poechos por cuanto, estúpidamente,
se regalan.
Diseccionando la información, sería de
preguntarle a Arnulfo Adrianzén, el reclamante presidente de la Junta de
Usuarios del Alto Piura, quién o quiénes, según él, debieran asumir la
inmediata tarea tanto de perforar y equipar los pozos como también de la instalación
de los paneles solares (*) para que
los mismos dejen de requerir petróleo o energía eléctrica para extraer agua.
Según recuerdo, antaño, antes de que nuestra
pródiga tierra se empezara a ir a la mismísima M… tras el paso del
incalificable “Atila”, el Alto Piura estaba plagado de pozos tubulares (¿500 - 600?)
todos los cuales no fueron consecuencia de ningún lamento/lloriqueo como el
suyo de hogaño sino por la directa acción de los conductores de las tierras,
tan igual como ahora, supongo, son sus representados, salvo que, como los
eunucos, se hubieran convertido en agricultores, comparativamente, castrados y
necesitados que terceros realicen las tareas inversiones que antaño si tenían a
su cargo los encojonados.
(*) En las condiciones
actuales, ¿será, a la larga, más barato operar con costosísimos paneles solares
que con energía eléctrica disponible en el área?