RESPUESTA DE UN CIUDADANO

 

(Piura, 09 enero 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

Me motiva la entrevista al flamante alcalde provincial de Piura publicada en “El Tiempo”, edición de la víspera, con la siguiente frase del burgomaestre:

 

“Los proyectos tienen que ser socializados para que los expedientes no se hagan mal”

 

Entiendo se refirió a que permanentemente estará en contacto con la población para someter a su consideración las disposiciones u obras que planee llevar a cabo. Sin embargo, ¿cómo haría para determinar cuáles son los anhelos o preferencias de sus gobernados?  ¿Estará pensando pasársela de referéndum en referéndum antes de dictar una norma o iniciar una

 obra?

 

 No obstante, recordando que su tarea respecto a la ciudad es idéntica a la del ama de casa en el hogar manteniéndolo limpio y ordenado, considero que   en atención al despelote desatado en Piura por cuanto gran cantidad de gente no solo se zurra en normas vigentes, sino, peor aún, se comportan tal y como si fueran bestias de la selva (basura tirada por todos lados, vehículos mal estacionados, circulando con escape libre, haciendo tronar las bocinas y/o sin luces de peligro, entre muchas otras violaciones del orden),  antes de pensar en fierro y cemento, debe abocarse a LIMPIAR LA CASA.

 

Personalmente considero la frase del alcalde incalificablemente demagógica y/o fruto de una inocencia infinita acompañada de supina ignorancia respecto a la administración pública. Le recuerdo que la sociedad/ciudadanía solo opina cada cuatro años cuando acude a las urnas a elegir sus autoridades. A partir de ahí,  no le queda más que gozar o sufrir según haya elegido a un enviado de Dios o un engendro de Satanás. Roguemos  provenga del primero.

 

Con respecto a los expedientes, considere que tales documentos son la partida de nacimiento de las obras, razón por la que tienen que encargarse a profesionales competentes y probos. Entonces, ¿qué diablos tendría que hacer la población en semejante  tarea? Es comparable a un cirujano operando a un paciente según su ciencia y experiencia y ningún miembro de la sociedad puede inmiscuirse en semejante tarea.

 

Honestamente y por propia experiencia desempeñándome en el sector público, le recomiendo olvidar a la ciudadanía y centrarse en las motivaciones que lo llevaron a reincidir en asumir cargo tan relevante, las cuales, debo suponer, se fundaron en colmar la vida de los piuranos de paz y prosperidad. Así, entonces, la clave fundamental para que sus deseos se concreten es que se rodee de personas IDÓNEAS para que lo ayuden a cumplir sus sanos y rescatables ideales, pues, si así no fuera, se sumará usted a la larga lista de los incalificables que nos jodieron la vida.