VACUNA PARA DESAHUEVARNOS (III)
(Piura, 04 setiembre 2023)
Luis Gulman Checa
La
prueba culminante y vigente de que los piuranos estamos ahuevados al extremo es
el antaño anhelado Proyecto Alto Piura: derivar el agua del río Huancabamba a
la altura de Tronera para irrigar el feraz valle del Alto Piura.
Lo
que ha sucedido con tal anhelo podría servir de inspiración para escribir una
novela al estilo GABO, como, por ejemplo, “Cien años de soledad”. No obstante,
personalmente puedo referirme a 27 años: desde 1996 cuando un Gen. EP ® quien
había reemplazado a Enrique Siles al frente del CTAR, cerró, disolvió, evaporó
la entidad que tenía a cargo el desarrollo del proyecto y había concluido el
“Estudio Complementario de Factibilidad”, referido al componente
Hidroenergético aparecido a raíz de la caída de 3,000 metros.
En
consecuencia, equivaliendo el mejoramiento y regulación del riego en el Alto
Piura a la IV Etapa del Proyecto Chira Piura, era inminente la convocatoria de
una Licitación Internacional con Financiamiento parta Ejecutar Estudios y Obras,
tal como se llevaron a cabo las tres etapas anteriores sin problema alguno.
Digresión:
Hace
tiempo me vino a la mente que el citado militar fue un “topo” o “sapo” de los
lambayecanos, quienes han demostrado fehacientemente que, a contrapelo de
nuestra maldita y probada cojudez, son tan vivos y despiertos que bien podrían
quitarnos los calzoncillos cuando vamos andando sin que nos percatemos de ello.
¿Una prueba? Mientras acá seguimos como idiotas proponiendo estupideces sobre
el Alto Piura, ellos, desde más de una década, tienen magníficos y envidiables
desarrollos agrícolas en las antaño pampas de Olmos irrigadas, justa y
precisamente, con nuestra agua del río Huancabamba.
Mi felicitación y
reconocimiento, imbuidos de sana envidia, a los hermanos lambayecanos.
Reconfirmando
lo expresado, “El Tiempo”, edición de la fecha, apareció con la siguiente
llamada en portada:
Esperan presupuesto
para licitar el saldo de obra del Proyecto Alto Piura.
Empecemos
precisando que el concepto “saldo de obra” es de aplicación cuando equivale a
un 10 o 15 de la misma, pero, en el caso actual, a pesar de haberse tirado a la
basura y/o a bolsillos corruptos m/m 600 millones de soles, el citado saldo de
obra re refiere m/m al 95% de la misma.
Aparecen
declaraciones de dos personas que omitiré comentar para no herir
susceptibilidades. Sin embargo, como pretenden que el Ministerio de Economía
les suelte dinero para ejecutar el “saldo de obra”, formulémonos la siguiente
pregunta:
¿Serán tan bestias los
responsables del MEF para financiar la derivación de agua de un río que ya se
derivó a otro valle sustentando formidables desarrollos?
Señores
de los medios: Abran sus mentes, entiendan y empiecen a actuar idónea y
correctamente diciéndoles la verdad a vuestros lectores, pues, así como van,
están siendo cómplices del brutal robo al erario apoyando la permanencia del
Peihap, situación agravada por la existencia de un Consejo Directivo integrado
por seis personas cobrando dietas mensuales de m/m S/.5,000.00.
Recomendación
final: Consulten con especialistas de verdad (no como los fuleros cuyas
huevadas suelen difundir) y averigüen si el río Huancabamba por sí solo es
suficiente para sustentar ambas irrigaciones.