“EL TIEMPO”: REQUIEM IN PACE

 

(Piura, 17 enero 2024)

 

Luis Gulman Checa

 

El pasado domingo, tras más de 100 años de aparecer cotidianamente, el diario piurano “El Tiempo”, expiró. Lo primero que me vino a la mente, ante tan lamentable y misterioso hecho, fue el recuerdo de mis dos primos hermanos Víctor: Checa Solari y Helguero Checa, quienes dirigieron el diario durante muchos años.

 

¿Qué habrá sucedido, qué luctuoso hecho habrá acaecido o - Dios no lo quiera - alguna desavenencia interna habrá sido el detonante de tan lamentable hecho?

 

Me consta, por cuanto fui su permanente crítico en mi blog, que en los últimos años el medio, podría decirse, zigzagueaba, es decir, en vez de proclamar y defender, sin dudas ni murmuraciones, lo más conveniente para el progreso y bienestar de los piuranos, guardaba silencio y/o miraba hacia otro lado cuando el camino recto y digno era proclamar y divulgar, estentóreamente, las barbaridades y reales latrocinios que, varios de quienes habíamos elegido, perpetraban. Así, actuaba como aleve traidor clavándonos, imaginarios, puñales en la espalda.

 

Tengo claro que un periodista u opinante auténtico NO SE CASA CON NADIE (excepción hecha de la esposa u esposo). Entonces, si así hubiera sido en el caso comentado, en Piura bien podríamos estar disfrutando de las siguientes idílicas situaciones:

 

·         El valle del Alto Piura no solo tuviera su riego mejorado y regulado tras la derivación del río Huancabamba, sino las tierras viejas estarían técnicamente explotadas y, el área, aumentada en m/m 20,000 Has.

 

·         Los piuranos estaríamos siendo beneficiados por la explotación de los recursos que Dios, mas no Satanás, puso en nuestra tierra. Me refiero a los minerales, actividad que, inexplicable e inentendible mente, el diario siempre combatió, tal y como si en vez de bendición se tratara de una peste mortal.

 

·         Muy probablemente, no hubiéramos sufrido las desastrosas elecciones de autoridades impresentables e incalificables, sin duda la peor de las desgracias que nos viene asolando.

 

Entonces, se dirá usted, estimado lector, deberíamos batir palmas por su desaparición. No lo creo, por cuanto, el oscuro período descrito del diario puede compararse con una persona que cayó por el abuso de drogas, es decir, perdió el rumbo, pero, como sabemos, tal adicción es reversible siendo posible que el adicto vuelva al buen camino. Así, existía la esperanza que lo hiciera. Pero, ahora, tras su muerte, ¿cuál será el medio que nos guiará hacia el desarrollo?