MENSAJES SUBLIMINALES

(17.04.2014)

Luis Gulman Checa

Leo la página 03 de Correo del día de ayer, CHIQUITAS, y me viene a la mente un  conocido recurso usado por cierta clase de periodistas, que no calificaré por cuanto ello queda para que lo haga cada uno de ustedes, consistente en airear lo que califican como “bolas”, pero que  saben  son verdades de a puño. ¿Qué persiguen lanzando tales “bolas” vergonzosamente camufladas? Haciendo uso de mi derecho constitucional de pensar, analizar y opinar: que los aludidos los llamen para conversar, ponerse de acuerdo y dejen de molestarlos. ¿Está clara mi explicación? Espero que sí.  

Si fuera periodista honesto y auténtico, el responsable de la página debió escribir lo siguiente:

“Estamos informados que cada uno de los ocho Consejeros del Gobierno regional de Piura, recibirían 300,000 (no precisa si dólares o soles) en calidad de coima por apoyar, sea como fuere, la concesión para ejecutar la primera etapa del Alto Piura”.

“El presidente regional, Don Javier Atkins Lerggios, ávido por concretar negocios turbios en su beneficio, ya acordó con un grupo español para ejecutar la obra, aunque todo quedaría en manos de terceros”.

“Los consejeros y consejeras mudos, hablaron en la respectiva sesión de Consejo, defendiendo a capa y espada que el proceso de selección del nuevo contratista se le encargue a la OEI, porque los procesos que conduce están exentos de la fiscalización del Estado, lo que permite robar recursos públicos a diestra y siniestra”

“Finalmente, Don Javier Atkins Lerggios, presidente regional, recibiría millones (no precisa soles o dólares) antes de ser reemplazado en la presidencia regional”.

En mi opinión, recurrir a organizaciones como la citada para que “manejen”  obras públicas, demuestra una de cosas: 1) Los funcionarios de la Entidad son tan incompetentes y/o deshonestos, que el responsable (JAL) se ve obligado a recurrir a terceros para que hagan el trabajo o, 2) El responsable, como tenemos cualquier cantidad de ejemplos en al ámbito del país, es tan corrupto que recurre a estas organizaciones para robar sin medida ni control.


Mi opinión: el pretender entregar a la OEI la conducción del proceso de selección para la ejecución de la primera etapa del Alto Piura, es un grotesco y claro acto desesperado de corrupción, y, los piuranos, de aceptarlo, estaríamos demostrando ser unos “cojudos a la vela”.