UN SEÑOR CANDIDATO: J. C. CARRASCO TÁVARA
Luis Gulman Checa
Si los electores dispusiéramos de información
y actuáramos racionalmente al momento de emitir nuestros votos, el próximo mes
de octubre José Carlos Carrasco Távara debería ser elegido presidente regional
de Piura con la anuencia de, por lo menos, el 95% de votantes, asumiendo que el 5% restante
correspondería a los otros postulantes y sus parientes, amigos y compadres.
Fatalmente ello no será así por varias
razones. La primera es que para estar bien informado es básico no solo saber
leer sino hacerlo habitualmente y, muy
especialmente, entender lo que se lee. Para empeorar la situación, como es
sabido, los analfabetos también votan. Además,
no dispondrá ni de una milésima
parte de los recursos económicos para “solventar la campaña”, que sí
estarán a disposición de otros candidatos,
por la sencilla razón que jamás usaría el cargo para convertirse en
“felpudo” de los que “cortan el jamón”, quienes, generalmente, financian a sus
futuros sirvientes. Así, muy probablemente, los electores, especialmente los más
necesitados, volverán a suicidarse
eligiendo a la persona equivocada.
Es curioso cómo, cuando las especializaciones
se han impuesto en todos los campos, somos tan proclives a encargar la delicada
tarea de gobernarnos no solo a ineptos consumados sino que, muchos, tienen el
descaro de postular (y nosotros la idiotez de elegirlos), teniendo inmensos “rabos de paja”. Pregunto
una vez más: ¿acaso tratándose de nuestra salud, no acudimos donde el mejor
médico que nos sea posible? Entonces, ¿por qué somos tan desaprensivos poniendo nuestro futuro en manos nada recomendables?
Hay personas formidables en el ámbito en el que se
desempeñan: músicos, atletas, productores de chifles, agricultores, cocineros,
futbolistas, catedráticos, científicos, peluqueros, manicuras y así, hasta el
infinito. ¿Aceptaría usted que un súper productor y exportador de chifles le corte el pelo? ¡Ni de a vainas! Sin
embargo, usted mismo, que es muy consciente de la necesidad de mantener su pelo
arreglado y presentable, por lo que recurre a un peluquero reconocido; no tiene
el menor empacho en entregarle a un neófito respecto al tema, la conducción de
los asuntos públicos. ¿Cómo lo hace? Eligiendo a personas que, para no herir
susceptibilidades, me limitaré a calificar no solo como ignorantes absolutos en
temas de administración pública, sino carecen de antecedentes que demuestren su
vocación por el servicio desinteresado a la comunidad.
Se preguntará usted, estimado lector, ¿a qué
se debe semejante panegírico a favor del abogado J. C. Carrasco Távara?
Empecemos revisando sus antecedentes:
·
Desde
jovencito tuvo vida partidaria desarrollando política activa, lo que implica
preocupación sincera por el bienestar del prójimo.
·
Tiene
gran experiencia en la “cosa pública”, al haber integrado durante 22 años el
Congreso Nacional, como Diputado y Congresista.
·
Acrecentó su experiencia desempeñando la
cartera ministerial de Energía y Minas. Que haya sido durante el atroz período de
García Pérez, debe haberle enseñado mucho de lo que no se debe hacer.
·
No
es rico, ergo, es honrado.
Ahora mi testimonio personal. Cuando el
suscrito asumió, en agosto de 1986, la Dirección Ejecutiva del Proyecto
Especial Chira Piura, la III Etapa del Proyecto, el desarrollo del valle del
Chira, estaba muerta y enterrada. Entre otras razones porque el mayor interés
del Apra, el partido gobernante, era
ejecutar la irrigación liberteña de Chavimochic, lo que efectivamente hizo.
Para empeorar nuestra situación, al frente del Ministerio de Economía y Finanzas,
estaba el trujillano Luis Alva Castro.
Yo no conocía a José Carlos pero coincidimos
en un vuelo, lo abordé, conversamos, al día siguiente nos reunimos en su
despacho del Congreso (era, a la sazón, vicepresidente de la Cámara de
Diputados) y emprendimos una campaña sin cuartel ingresando a cuanta oficina
fuera necesario sin previo aviso, incluida la del Presidente y, fruto de todo
ello, tuvimos la satisfacción de que el suscrito firmase, en febrero de l988 en
la Plaza de Armas de Sullana, su tierra natal, con presencia de AGP y varios
ministros; el Contrato de Ejecución de la III Etapa del PECHP con la
contratista Energoprojekt. ¿Cuánto dinero sucio ingresó a los bolsillos, suyos y míos, por
semejante logro? Ni un centavo.
Posteriormente, cuando el recordado Luis
Paredes Maceda, intempestiva y abruptamente me puso al frente de
Electronoroeste S.A., que estaba en artículo mortis, recurrí a él para obtener,
en el término de la distancia, el visto bueno de la Contraloría General de la
República sobre imprescindibles medidas de urgencia. Se consiguió en dos días
y, a partir de ahí, como recordarán todos quienes tienen algo de memoria, la
empresa no solo empezó a resucitar sino despegó. Desgraciadamente, el Golpe de
Estado de abril de 1992, con el consiguiente cierre del Congreso, impidió que continuáramos juntos “metiendo
golpe” ante las altas esferas del gobierno buscando lo mejor para Piura
Para terminar y especialmente para quienes,
con razón, han impuesto un veto sobre el
Apra, tengo entendido que José Carlos hace años rompió absolutamente,
entre otros, con César Trelles, Jorge del Castillo y Alan García. En mi
personal opinión ello no implica que haya dejado de ser aprista, sino más bien los otros y muchos más, hace tiempo
olvidaron lo que es el auténtico Partido Aprista fundado por Haya de la Torre.
Paisanos: ¡Dios los ilumine el próximo
octubre!