TALARA Y LA DIGNIDAD NACIONAL

(22 noviembre del 2014)

Luis Gulman Checa

A raíz de las últimas informaciones propaladas sobre la caótica situación que atraviesa la otrora tranquila y ordenada  ciudad de Talara, me vino a la mente    la restauración de la Dignidad Nacional con la toma de las instalaciones petroleras  por decisión del Gen. Juan Velasco Alvarado el 08.10.1968; preguntándome si los talareños, debido al desastre abatido sobre ellos a raíz de la salida de la IPC (a la que el  mismo General pagó posteriormente una enorme suma de dinero), no hubieran preferido que la tan mentada Dignidad  siguiera un  tanto mellada a cambio de que su alto nivel de vida no se hubiera evaporado tras la expulsión de la ¿explotadora? empresa yanqui.

¡Cómo añorarán a la IPC los viejos talareños que no se  movieron de su tierra!

Preguntémonos cuál situación sería más atentatoria contra nuestra Dignidad, ¿la presencia en Talara de la IPC  o la invasión chilena  en todo el territorio patrio, esquilmando y explotando a millones de peruanos?

Ojo, no se trata de pronunciarse en contra de la inversión extranjera, más aún en tiempos de globalización en que los nacionalismos quedan de lado y las fronteras funcionan para cualquier cosa menos para la economía; sino, simplemente, que el paso del tiempo debería hacernos reflexionar acerca de la tremenda huachafería y estupidez que fue la “guerra” contra la IPC.

Analicemos, por ejemplo, la posición del diario El Comercio, que de haber sido el abanderado de la lucha contra la IPC,  ahora, vergonzosamente, ha devenido en lameculos  de los chilenos, empezando por la explotadora Línea Aérea LAN.

Imaginemos la convocatoria a un referéndum a nivel  nacional con una consulta:

ESTANDO IRREMEDIABLEMENTE CONDENADOS A SER EXPLOTADOS POR EXTRANJEROS, MARQUE CON UNA X EL RECUADRO QUE ENCIERRA EL NOMBRE DEL PAÍS QUE PREFIERE LE CHUPE LA SANGRE.
       
               

  ESTADOS UNIDOS           DE  NORTEAMERICA
    CHILE
      





¿Por cuál de los dos, cree usted, estimado lector,  votaría mayoritariamente la población?

El objeto del presente es el siguiente:

Hacernos abrir los ojos para detectar los contrabandos que, virtuales y actuales traidores como antaño lo fue El Comercio, nos quieren endilgar buscando saciar sucios y oscuros apetitos personales ajenos al desarrollo nacional.