REYNALDO: ¿HASTA CUÁNDO?

(19 febrero del 2015)

Luis Gulman Checa

Veo la primera plana de “El Tiempo” y me entero que cayó la pera que estaba remadura, pues no cabe mejor expresión para graficar la inhabilitación del foráneo  Carlo Bertini,  como asesor del piurano presidente regional Reynaldo Hilbck Guzmán, debido a su inhabilitación decretada por la Contraloría General.

Digresión: ¿Qué espera dicha entidad, cuya función primigenia es velar para que todos los funcionarios públicos hagan buen uso - con honradez y eficiencia - de los recursos públicos puestos a su cuidado, para ordenar al presidente regional de Piura unificar los proyectos Alto Piura y Chira Piura, como está dispuesto desde un cuarto de siglo atrás? Reitero, los lambayecanos acataron la disposición de inmediato, pagan cuatro reales a los miembros del Consejo Directivo del PEOT y, demostrando que juegan con  nosotros como el gato con el  ratón, nuestro río Huancabamba  ya está irrigando sus despobladas pampas de Olmos, mientras acá, nuestros ¿dirigentes?  dilapidaron doscientos millones de dólares en el Alto Piura, lo  convirtieron en un fantasma e, increíblemente, sí mantienen una  Planilla Dorada considerando los minúsculos sueldos vigentes en el Chira Piura, auténtica y emblemática entidad piurana.

Volviendo al inhabilitado, como bien lo hace recordar la información señalada, también, igual que nuestro actual presidente regional, fue funcionario de gran confianza desde el primer día de la gestión de  Javier Atkins e, igual como sucedió y debe seguir aconteciendo, vio reforzados sus ingresos con dietas de los Consejos Directivos de ambos proyectos, lo que equivale a un robo.

¿Por qué, el candidato que afirmó que  en la Honestidad Estaría la Diferencia, incorporó en su equipo de gobierno a Carlo Bertini quien, un día amaneció como Gerente General del GRP, a media mañana Javier Atkins recibió una llamada telefónica, de inmediato convocó al GG a su despacho, discutieron, salió el GG y, al medio día, se emitió la respectivo Resolución echándolo del cargo?

¿Qué pasó? ¿Se presentó alguna desavenencia? ¿Quizá fue un lío de faldas? ¿Alguien recuerda si algún medio investigó, indagó y/o trato de desentrañar cuál fue el motivo de tan abrupto y violento rompimiento tras una relación que, desde el principio, pareció idílica?

Como ciudadano m/m pensante y, como exfuncionario con prolífico recorrido (para el Estado, no para mí, como debe ser), continúo esperando se revele el motivo por el que ambos se mandaron a rodar.


Pregunto y termino: ¿Es aceptable que a Reynaldo, el hombre de la honestidad, este hecho oscuro no le preocupara un ápice?