EMERGENCIAS MILAGROSAS

 

(Piura, 21 marzo 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Ante la proliferación de actos delincuenciales en nuestra ciudad es lamentable que algunas autoridades, en vez de emprender acciones concretas con el fin no solo de atenuar sino liquidar el accionar de tales malandrines, optan por “estallar en lágrimas” suplicando al gobierno nacional declarar Estado de Emergencia, tal y como si el mismo, cual varita mágica, fuera a devolver la paz y tranquilidad a los asolados piuranos.

 

Recordemos que tal declaración faculta al gobierno nacional a asumir plenos poderes en el territorio concernido y es de aplicación en caso de perturbación de la paz o del orden interno por un plazo no mayor a los 60 días.

 

Entonces, ello debe llevarnos a concluir que las autoridades recurrentes, tras haber agotado todos los recursos legales y materiales a su disposición tratando de abatir tan nociva plaga sin haber logrado resultado positivo alguno, reconoce su impotencia y suplica ayuda al gobierno a fin que envíe sus ¿tropas? para desaparecer a los delincuentes que vienen jodiéndonos la vida.

 

Sin embargo, de acuerdo a los sucesos acaecidos los últimos decenios que culminaron con innumerables occisos a consecuencia de acciones del gobierno similares a las que, subliminalmente, están exigiendo nuestras autoridades y que originaron interminables procesos asediando a quienes llevaron a cabo tales actos represivos, ¿será creíble que si se declarara tal estado en Piura recibiríamos la visita de uniformados dispuestos a vaciar sus cacerinas eliminando los rateros, sicarios y asesinos que pululan en nuestro departamento, o, por lo contrario, teniendo en sus mentes la implacable persecución desatada por el Ministerio Público y el Poder Judicial contra quienes antaño pusieron MANO DURA buscando imponer el orden, lo pensarán mil veces antes  de jalar el gatillo?

 

No olvidemos que en Piura tiene plena vigencia la PNP,  el ente estatal encargado de mantener el orden, es decir, el directamente responsable de reprimir y prevenir hechos delincuenciales, por lo que, en vez de recurrir al gobierno suplicando declarar Estado de Emergencia, nuestras autoridades deberían dirigir la mirada a dicho organismo, por cuanto, hasta para un ciego, es el directo responsable del desatado incremento de robos y asesinatos por cuanto la impunidad,  debido a su maldita inacción, echó raíces en nuestra tierra.

 

Reflexión final:

 

¿Para qué diablos, policías hombres y mujeres andan con revólver al cinto, si  nunca lo esgrimen?