ALCALDE: HÁGAME CASO

 

(Piura, 13 mayo 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Aunque quizá no sigue  mis consejos por cuanto no me lee, lo cual, sin falsas modestias, sería una gran desgracia para Piura. ¿A qué consejo, en concreto, me refiero? Al enviado pocos días atrás sugiriéndole convocar una gran reunión en el Salón de Actos del municipio entre la autoridad de la PNP, empresarios representados por la Cámara de Comercio, administradores de Bancos y entidades de crédito, etc. ¿Con qué finalidad? Para informarlos de las penurias, carencias y estrecheces que asolan a la PNP de modo que METIERAN LA MANO AL BOLSILLO para dotar a la policía de todas las armas, bienes y otros que requiere para liquidar la delincuencia.

 

La edición de “Correo” de la fecha apareció con una portada que, bien mirada, es afrentosa para Piura al revelar que quienes vienen fungiendo como nuestros adalides, son, para nuestra vergüenza y desgracia, un cero a la izquierda:

 

POLICÍA SIN LOGÍSTICA NI AGENTES PARA COMBATIR EL HAMPA.

 

El general de la PNP, Edward Espinoza, revela que el 40% del parque automotor de la institución está inoperativo. El alcalde de Piura pide que el Ejército salga a las calles.

 

Empecemos por el final, es decir, la vomitiva opinión del alcalde insistiendo con su cantaleta que la policía sea sustituida por la Fuerza Armada. Al respecto, recapacitemos respecto a lo siguiente: Si la policía está en ruinas, ¿cómo estará el Ejército? Pensando mal, si queremos pensar bien, podría asumirse que carece de combustible para los tanques habida cuenta que aún no es capaz de poner orden en el atroz, pestífero y corrupto pandemonio en que devino el gobierno.

 

Asumiendo que la incalificable condición del parque automotor de la PNP se debe a que la institución no recibe el presupuesto requerido para la operación y mantenimiento de los vehículos, deviene en razonable el consejo señalado líneas arriba, pues, si optáramos por imitar a los agricultores que se la pasan llorándole al gobierno para que los ayude/mantenga, la policía quedaría sin vehículo alguno y la delincuencia terminaría por adueñarse de Piura.

 

Sin embargo, el deterioro del parque automotor de la policía podría deberse a otras razones. La primera: incapacidad e incompetencia en el mantenimiento de los vehículos, y, la segunda y fatal, que los recursos destinados para tal fin se difuminen, no en el espacio sino en sucios bolsillos siguiendo el ejemplo que vienen dándole al país, desde años atrás, desde presidentes de la República hasta modestos “alcaldetes” distritales.

 

Curándonos en salud, otro consejo:

 

Los fondos que aportarían empresarios, instituciones y ciudadanos (*), debería manejarlos la Caja Municipal, también responsable de reparar y mantener el citado parque automotor.

 

(*) A pesar de estar no solo fuera de circulación sino de haber quedado arruinado por dedicarme, en cuerpo y alma, a la función pública, ofrezco aportar S/. 200.00 mensuales para el citado fondo