SOÑAR ES GRATIS
(Piura, 03 mayo 2022)
Luis Gulman Checa
Reflexionando sobre la calamitosa situación que
viene atravesando nuestro país, exacerbada al extremo a raíz de la
fatal/irracional/inexplicable elección del actual presidente; abruptamente me vino
a la mente que la misma podría ser idílica y el Perú un paraíso en la tierra
si, dos personas que tuvieron nuestro destino en sus manos, en vez de oír los susurros de Satanás poniendo por
delante sus apetitos, se hubieran dado íntegros por la patria.
No me iré tan atrás en el tiempo, de modo que
obviaré el paso del fatídico “Atila” peruano por el gobierno tras derrocar a
FBT en octubre de 1968, pues, si tal desgracia no se hubiera dado, por lo menos
nuestra tierra, Piura, sería un ejemplo mundial de desarrollo agropecuario en
vez de la birria actual. (*)
Me vino a la mente lo maravilloso que hubiera
sido para el Perú que Alan García, una persona que lo tenía todo a su favor,
hubiera sido un dechado de virtud desempañando el cargo como debió ser de
acuerdo a sus antecedentes y cualidades. A saber:
·
Criado
en una ejemplar familia aprista.
·
Discípulo
cercano de Haya de la Torre, insospechable de corrupto.
·
Abogado.
·
Inteligente.
·
Juventud
y simpatía desbordante
·
Labia formidable capaz de derribar los figurados
muros de las mentes por torcidas que fueran.
¿Acaso no es evidente que AGP hubiera podido
hacer y deshacer, poniendo por delante el desarrollo del país y bienestar de la
ciudadanía, reformando para bien todo lo que fuera necesario, conduciéndose con
absoluta HONRADEZ y rodeándose de personas idóneas e intachables, incluidos
tantos apristas bien nacidos y mejor criados? Sin embargo, para nuestra
desgracia, su gobierno fue un asco en todo el sentido del término.
Felizmente apareció Alberto Fujimori quien -
sin duda, siendo humano, sumó algunos errores - sacó al Perú del hoyo en que lo había sumido AGP sanando la
economía, abatiendo el terrorismo, achicando el aparato público (fatalmente
erró dejando Petroperú) y, entre otras obras públicas, electrificando el país.
Pero el tiempo siguió corriendo y llegó la
elección de PPK como presidente de la República, quien, mirado por donde fuere,
tenía todas las condiciones para ejercer su cargo en gran forma. Sin embargo,
otra vez apareció el maldito Satanás obnubilando la mente de Keiko Fujimori
llenándola de odio y resentimiento tras perder en la segunda vuelta, de modo
que se zurró en la propuesta del flamante presidente para cogobernar originando
la desgracia se abatida sobre el Perú
tras el despido de PPK.
Si Keiko hubiera aceptado la propuesta de PPK (imitando la
coalición APRA-UNO durante el primer gobierno de FBT), además de que el país
hubiera marchado sobre ruedas, ella sería la actual ocupante de la Casa
de Pizarro en vez del actual impresentable, y, obviamente, el progreso y
bienestar seguirían dándose en beneficio de todos los peruanos.
(*) Si bien tuvo el gran
mérito de poner en marcha el Sistema Chira Piura, real bendición para el
departamento, también y fatalmente nos clavó un puñal envenenado en el corazón
con la maldita Reforma Agraria.