¿D I F A M A C I Ó N?
(Piura, 31 octubre 2022)
Luis Gulman Checa
Me motiva una información aparecida en la
edición de “El Comercio” de la fecha, diario supuestamente serio (a pesar de
cargar sobre sí la responsabilidad de la creación de PetroPerú por el “Atila”
peruano Velasco Alvarado), dando cuenta de los procesos penales en curso contra
electos gobernadores regionales y, también, contra otros disputando la segunda
vuelta.
Así, como piurano, me chocó profundamente leer
los cargos contra Reynaldo Adolfo Hilbck Guzmán, quien está ad portas de dilucidar con Luis Neyra
quién será electo gobernador de Piura:
·
Negociación
incompatible
·
Peculado
·
Colusión
·
Malversación
y
·
Cohecho
¿Tales imputaciones se ajustan a la verdad o, por lo
contrario, son una difamación orquestada por los enemigos del candidato?
Entonces, habiendo sido informados que
próximamente se llevarán a cabo tres debates entre ambos candidatos, espero y
confío el imputado desvirtúe tal información demostrando que sus gestiones
pasadas en calidad de funcionario fueron impolutas, y, por tanto, la acusación
es falsa de toda falsedad.
Digresión:
No olvidemos que los piuranos venimos
soportando el estigma de un congresista vigente que fue sentenciado a cumplir
seis años de prisión por un delito que estaba en proceso de juzgamiento cuando
postuló al Congreso y, pese a ello, fue
favorecido por nuestros votos y, actualmente, se haya no habido.
Tal no fue la única información deprimente para
los piuranos, pues, Gabriel Madrid Orué, electo alcalde provincial de Piura,
carga sobre sí, QUINCE casos por presunta colusión, negociación incompatible,
concusión, peculado, cohecho y malversación, todos, supuestamente, perpetrados cuando fungió de alcalde distrital de
Tambogrande. Sin embargo, su descargo fue el siguiente: “se han ido desvirtuando y quedan unos diez… vamos a salir limpios de
todos”.
Lo expresado líneas arriba, cierto aunque nos
duela en el alma y ofenda como piuranos, debería llevarnos a reflexionar tanto si es aceptable que personas con semejante
carga sobre sus espaldas se atrevan a solicitar nuestros votos para ser
elegidos como también a analizarnos respecto a qué calificativo merecemos al optar
por personas con tremendas lacras sobre sí.