ASQUEROSO EDITORIAL
(Piura, 10 marzo 2023)
Luis Gulman Checa
El de “Correo”, edición del día de ayer,
titulado: LA INACCIÓN DE LAS AUTORIDADES. ¿Qué cargo y/o imputación se les hace
a tan “abnegados y sufridos” ciudadanos que se prodigan sin descanso en pro del
bienestar y felicidad de la ciudadanía? ¿Verdad o sarcasmo?
Que son omisos, incompetentes y desalmados por
no tomar previsiones para contrarrestar las graves consecuencias
y estragos causados por las intensas lluvias en Tumbes, Piura y
Lambayeque, responsables de atroces inundaciones que han hecho colapsar
viviendas, hospitales y colegios. Asimismo, huaicos y deslizamientos aislaron
poblados y bloquearon la Panamericana Norte (imitando a las bestias del sur del
país), siendo, sin embargo, lo más lamentable, la muerte de una persona tras la
caída de una debilitada pared de su domicilio a causa de las horrorosas
precipitaciones.
Me pregunto cuán bestia debe ser una persona para escribir tan
pestífero y falso vómito, pues, ni el CIELO SE HA VENIDO ABAJO ni, mucho menos
se produjeron colapsos de edificaciones, a excepción, obviamente, de alguna que
fuera construida en el cauce de una quebrada.
Además, aceptando que sea verdad la súbita
muerte ocasionada por el desplome de una pared, ¿qué diablos tendría que ver
alguna autoridad con el estado del inmueble, responsabilidad única del
propietario o residentes?
No logro entender qué motiva a los medios a
mentir descaradamente respecto al comportamiento del clima tratando de hacernos
creer que sobre nosotros se cierne una amenaza equiparable a la que borró del
mapa a Sodoma y Gomorra, aunque, leyendo el citado vómito hasta el final,
hallamos la reiterada crítica al Plan Integral de Reconstrucción con Cambios
que, transcurridos seis años, no ha logrado concretar tanto los drenajes pluviales
ni los planes para manejar los ríos en el norte del país (Creía que solo estaba
en el tapete el río Piura), es decir, insisten en exigir que el Estado tire
cientos o miles de millones de soles en obras con el evidente y único fin de
rapiñar el erario. Entonces, vuelvo a peguntarlo:
¿Acaso los medios
recibirían su tajada de tremendo robo?
Un editorial ajustado a la verdad, buscando que la ciudadanía tome consciencia
de la realidad y haga desbordar los templos con su presencia, pudo ser así:
Debemos agradecer a
Dios por el cambio producido en el clima, pues, estando amenazados por una
cruel sequía según expertos e indicadores, milagrosamente, el clima varió y
vivificadoras lluvias nos devolvieron la esperanza.