PRENSA ASQUEROSA

 

(Piura, 28 febrero 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

Empecemos preguntándonos si se ajusta a la verdad la reiterada mención aparecida en los medios locales referida a que nuestro departamento, en los últimos días, ha sido cruel y bárbaramente azotado por lluvias diluviales.

 

La respuesta, hasta de los pollinos, sería que SE TRATA DE UNA GRAN MENTIRA, pues, si bien es cierto cayeron algunas gotas del cielo (en comparación con las descargadas cuando llueve de verdad),  debieron recibirse como un regalo del Altísimo habida cuenta la cruel sequía anunciada. Sin embargo, los medios, tal y como si también recibieran su TAJADA de las obras públicas, mintiendo descaradamente, pretendieron convencer a la población que Piura y anexos estaba próxima a ser borrada del mapa por las destructoras inundaciones provocadas por las “fenomenales descargas” del río Piura.

 

Rememoremos:

 

Antaño, - a diferencia de las incalificables informaciones de hogaño propaladas por  los medios - cuando el río Piura empezaba a discurrir por la ciudad de Piura, sonaban las trompetas revelando la alegría que embargaba a la población, la gente acudía a los templos a dar gracias por semejante bendición, por cuanto, nuestro valle dependía, única y exclusivamente, de la santificadora agua aportada por el río Piura para hacer verdear sus feraces campos.

 

Retomamos. Sin embargo, ahora los medios hacen  eco de las vergonzosas e interesadas declaraciones del decano del CIP (evito mencionar su nombre por higiene mental), denigrando a la indescriptible e inútil Autoridad para la Reconstrucción con Cambios por mantener a Piura desguarnecida ante el inminente y mortal peligro inmerso en las citadas avenidas.

 

Habría que ser deficiente mental para NO SABER que el único móvil del citado decano (actitud comparable a la que vienen adoptando las bestias del sur jodiendo al país) fue presionar a las autoridades embarcándolas en la ejecución de obras sin ton ni son con el único propósito de SAQUEAR EL ERARIO, desgracia nacional que viene asolando al país, y, obvia y necesariamente, está a cargo de integrantes de su entidad, es decir, INGENIEROS, pues, como es sabido, todas los pasos requeridos para ejecutar obras públicas están en manos de estos profesionales.

 

Digresión:

 

El suscrito, sin títulos rimbombantes,  calificable como mero ordeñador de cabras, estuvo al frente de varios entes públicos que llevaron a cabo diversos Estudios y Obras, pudiendo afirmar que todos y cada uno de ellos llegó a feliz término (incluida la mini central ubicada en el río Quiroz, única funcionando en el país de las diez donadas por el Reino Unido) y, obviamente, sin rapiñar el erario. ¿Por qué? Por cuanto, los ingenieros que integraban las entidades eran ejemplo de profesionalismo y honradez. Mencionaré solo a dos de ellos de la larga lista de profesionales impolutos con los que tuve la enorme satisfacción de alternar y, también, aprender:

 

Ramón Alcedo Ramírez (mangache) y Alexander Milojevic, quien ya descansa en paz.

 

Concluyendo, fatal y desgraciadamente, si no queremos tapar la luz del sol con un dedo, debemos aceptar cuál es el cáncer que tiene a Piura a años luz del lugar que debiera ocupar:

 

LA MALDITA CORRUPCIÓN QUE INFECTO TODO NUESTRO ORGANISMO.