RIDÍCULO LÍO DE
COMADRES
(Piura, 23 marzo 2023)
Luis Gulman Checa
Me
refiero al desatado por el reasfaltado de las calles del centro de la ciudad de
Piura cuando expiraba la gestión del exalcalde Díaz, por cuanto, a todos
quienes hogaño vienen protestando, lamentado o denostando por la ejecución de
la citada ¿obra?, debe recordárseles el
aserto que dice: “Llorar sobre leche derramada”. ¿Por qué? Por ser corresponsables de semejante estupidez
por haber callado en siete idiomas tan luego tomaron conocimiento de su
ejecución.
Tal
¿obra? jamás tuvo pies ni cabeza, pues, si el objeto era desaparecer los huecos
que pudieran estar afectando algunos tramos de las vías, lo lógico y natural
era parcharlos gastando una ínfima parte de los SIETE MILLONES de soles que,
según informaciones, costó la ¿obra?.
Al
respecto, hablando de huecos, le hago saber al exalcalde de Tambogrande,
Madrid, que la vía que pasa frente al Country Club de Piura, inmediatamente
antes de un rompemuelles colocado por decisión de alguna bestia con aspecto
humano, presenta un hueco o trampa descomunal que impide el paso vehicular.
Para
acrecentar nuestra fatalidad, según nos informa “Correo” en portada de la
edición de la víspera, el actual alcalde de Piura aprovechará el ridículo lío
como formidable CORTINA DE HUMO:
El alcalde Gabriel Madrid anuncia que denunciará a la exautoridad edil y
a sus funcionarios por no mejorar el expediente técnico, pese a que les
advirtieron.
Leyendo
la comunicación de la empresa contratista luego de desatado el ridículo lío,
vemos que advirtió a la entidad que había cuencas ciegas (digamos la cuadra 2
del jirón Callao que es una laguna natural y está hecha un asco). ¿Qué debió
proponer la empresa contratista? Lo siguiente:
Sugerimos a la entidad que todas las zonas en las que el agua de lluvia
se acumula por falta de drenaje natural, en vez de reasfaltarse, se pavimenten
con concreto armado.
En
consecuencia, podemos obtener las siguientes conclusiones:
El
ente municipal: Absolutamente incapaz (usted sabrá si también corrupto)
La
ciudadanía: Abúlica e indiferente
El
contratista: Faltó a la ética porque no debió ejecutar tremendo disparate.