¿COMPRAR PATRULLEROS?

 

(Piura, 26 octubre 2023)

 

Luis Gulman Checa

 

¿Qué pensar de un país cuya población calla en siete idiomas cuando los medios claman exigiendo al gobierno la compra de patrulleros, si, paralelamente, las proximidades de las comisarías están plagadas de tales vehículos, aparentemente, en muy buen estado, pero fuera de servicio por evidente FALTA DE MANTENIMIENTO? ¿Será que algunos carecen de batería? ¡Horror!

 

Asimismo, si los altos mandos de la PNP ni siquiera logran mantener operativos los vehículos a su cargo, tarea súper sencilla y al alcance de cualquier persona medianamente pensante; ¿cómo diablos van a ser capaces de organizar y adiestrar a sus subordinados para que, aplicando “inteligencia” y otras tácticas propias de entes similares en países auténticos, operen para que la ciudadanía viva feliz y segura?

 

En mi opinión está más claro que el agua que los males que vienen destruyendo al Perú no lo infectaron por los pies sino por la cabeza, es decir, la corrupción que nos está fagocitando viene de arriba y, obviamente, ha ido infectando todo el organismo, demostración de lo cual la tenemos en las cotidianas informaciones referidas a imberbes actuando de raqueteros y sicarios.

 

Cambiando de cristal, ¿preguntémonos cuán tarado y/o deficiente mental se requiere ser para creer que la compra de patrulleros, cual varita mágica, bastará para que la seguridad impere en el país tras la desaparición de los delincuentes que nos vienen jodiendo la vida?

 

Para peor, las cabezas no solo fueron infectadas por la corrupción sino también por la estupidez. ¿Un ejemplo? Tanto los ruegos de autoridades locales para que sus territorios sean declarados en “emergencia” como la atención dispensada por los gobernantes de arriba atendiendo tales pedidos. ¿Por qué? Por cuanto ello equivale a un aula con grandes pizarras, pero carente de tizas.

 

¿Cuáles serán las características de un “Estado de Emergencia” ante el brutal imperio de la delincuencia en un país auténtico? Solo puedo imaginarlo por cuanto jamás he sido testigo de ello. Sin embargo, imagino que calles y avenidas estarán tomadas por miembros de las FF AA portando metralletas y granadas de mano (tal como lo vimos en Lima el 05 de febrero de 1975) arrasando con cuanta covacha y/o persona sea sospechosa o cause mala impresión. Además, por supuesto, de redadas interminables en zonas donde, se sospecha, se guarecen las bandas delincuenciales.

 

Pero, de suceder ello, ¿acaso las autoridades no serían acusadas de genocidas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos?