LÁGRIMAS DE COCODRILO

 

(Piura, 19 febrer0 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

Me impulsó cual resorte a la computadora el leer la portada de “El Tiempo”, edición  de la fecha:

 

Proyecto Alto Piura es una catástrofe.

 

Inviable. Exdirigente Teddy Ubillús denuncia que el Peihap perdió la reserva hídrica que tuvo durante 20 años por negligencia de actual gestión regional. Con paro, agricultores exigirán este lunes la salida de funcionarios causantes de paralización del Peihap.

 

De primera intención afirmo que es penoso, vergonzoso y lamentable la ignorancia de los miembros del antaño respetable diario, del Director al portero, por cuanto, el haber acogido tal declaración lanzándola a los cuatro vientos revela que se hallan sumergidos en la más profunda ignorancia respecto a la gestión del Peihap, la cual, les informo, se inició más de DIEZ AÑOS ATRÁS. Así, deviene en ignominia culpar a la actual gestión regional de las desgracias que lo abatieron, las cuales, reitero, lo infectaron desde su bautismo.

 

¿Por qué el epígrafe? Por cuanto considero una absoluta falta de vergüenza que una persona, como el caso del declarante, que se mantuvo varios años integrando el  Consejo Directivo de la entidad llegando a cobrar cientos de miles de soles por su, supuesta, gestión rectora al frente del proyecto; en la hora actual, cuando hace buen tiempo dejó de mamar de tal ubre pública - fatal y malditamente inventada por César Trelles Lara - se atreve a salir a la palestra con una mentira abominable, sin duda con el propósito de  volver a posicionarse en la escena pública buscando prenderse de otra ubre.

 

En mi opinión, todas aquellas personas que, en el curso de los años, integraron el Consejo Directivo del Peihap, son grandes responsables del desastre implícito en su gestión al haber permanecido ciegas, sordas y mudas ante las sucesivas barbaridades perpetradas por los funcionarios responsables de su manejo. Para explicar tal conducta me vienen a la mente dos razones:

 

Primera:    Eran ignaros absolutos por lo que no debieron aceptar el cargo.

Segunda:  Priorizaron engordar sus bolsillos zurrándose en el supremo objetivo de lograr el desarrollo del Ubérrimo Valle del Alto Piura.

 

Así entonces, la noticia NO ES LA PÉRDIDA DE LA RESERVA habida cuenta que el agua del río Huancabamba, desde años atrás, viene irrigando las Pampas de Olmos sustentando envidiables desarrollos agrícolas, por lo que deviene en irracional y antipatriótico pretender, en la hora actual, insistir con su derivación al Alto Piura, por cuanto, si así fuera, se desvestiría un santo para vestir a otro.

 

 

Conclusión:

 

Los reales responsables tanto de la desgracia abatida sobre el Peihap como de la pérdida de cientos de millones de soles (incluidos los pagados a los consejeros) son César Trelles Lara, Javier Atkins, Reynaldo Hilbck, sus funcionarios de confianza concernidos  en el GORE, los sucesivos gerentes del Peihap y, obviamente, la serie de consejeros que se la pasaron mamando de tal ubre pública sin cumplir sus sagradas obligaciones, entre ellas, fiscalizar.