PIURA: TIERRA BENDITA (*)

 

(Piura, 15 febrero 2022)

 

Luis Gulman Checa

 

A diferencia de la desgraciada situación que viene atravesando la ciudad de Lima por la proliferación de asaltantes y sicarios movilizándose en parejas en motocicleta, en nuestro departamento, especialmente en la ciudad de Sullana, en la que en el último lustro no se ha producido violación alguna de la ley, menos aún occisos a manos de criminales movilizándose en tales vehículos; la paz y tranquilidad que rigen la vida de los piuranos nos obliga a concluir que vivimos en un paraíso en la tierra.

 

Imaginemos cómo se habrá abatido la inseguridad en la ciudad capital que, increíble e inexplicablemente para nosotros, se ha emitido una disposición PROHIBIENDO QUE LAS MOTOS LINEALES CIRCULEN CON DOS PASAJEROS.

 

Debemos agradecer a Dios que nuestras preclaras, ilustres, inteligentes y dignas autoridades no hayan truncado la paz y el envidiable orden imperante entre nosotros, como, por ejemplo, las 43,521 motocicletas circulando en Piura y anexos prestando ordenado, pulcro y seguro servicio de transporte de pasajeros cumpliendo estrictamente la normatividad dictada por nuestra envidiable autoridad municipal. Así, consideremos que tan novedoso servicio (¿el primero en el planeta?), además de rápido y muy económico, en los largos años que viene funcionando no ha causado accidentes, heridos ni occisos. Ni uno solo.

 

Como será de envidiable nuestra existencia que, por ejemplo, existiendo una norma prohibiendo que los conductores de vehículos de cuatro ruedas conversen a través de sus teléfonos celulares mientras avanzan;  cada día se multiplican los motociclistas piuranos que, cual magos o como si tuvieran tres o cuatro brazos, alegres y campantes no solo hablan por el teléfono celular mientras conducen sino que envían y leen mensajes. Gracias Diosito por haber poblado nuestra tierra con tanto genio superdotado.

 

Otra desgracia  de la que nos libramos si tan fatídica norma también nos hubiera afectado (cual puñal clavado en la espalda), sería la desaparición de nuestro entorno  de las idílicas y románticas visiones de motocicletas transportando no solo familias enteras sino cachivaches y bultos diversos compitiendo con modernas y grandes camionetas.

 

Además y finalmente, sería sumamente injusto no resaltar  la extrema pulcritud en el cumplimiento de las normas que engalana a nuestros motociclistas, pues,  puede usted pasarse días enteros tratando de hallar alguna que carezca de alguna de sus luces, incluidas las de peligro y direccionales, y le será imposible lograrlo por una simple razón: TODAS CIRCULAN CON EL ÍNTEGRO DE SUS LUCES EN PERFECTO ESTADO.

 

(*) Sátira.